Luis Enrique espera un desenlace pronto de Mbappé

La primera jornada del PSG en Japón se desarrolló con aparente normalidad. A pesar de que el tema candente en París sigue siendo Kylian Mbappé, el club y la plantilla han intentado evadirse lo máximo posible para que el culebrón del delantero francés no le desconecte de sus objetivos principales. En un acto promocional de la gira asiática, con Luis Enrique, Marquinhos, Asensio y Lucas Hernández de teloneros, el técnico asturiano no se refirió a Mbappé, pero sí dejó una frase que puede interpretarse como que espera que su futuro se resuelva cuanto antes.

“Tras semanas de entrenamiento, la impresión es excelente, muy buena. No sólo por el tamaño del club y todas las facilidades que tenemos para hacer nuestro trabajo, sino también por la calidad de los jugadores. Todavía hay que reforzar la plantilla y algunas salidas deben materializarse. Vamos a aprovechar estos partidos de la gira para encontrar las sensaciones y los objetivos que queremos alcanzar sobre el terreno de juego”, declaró Luis Enrique, que no se pronunció sobre Mbappé porque tampoco se le preguntó, sí a Marquinhos, que dijo que “espera que su futuro se resuelva” y que “ojalá pueda ayudar al equipo la próxima temporada”, por el jugador.

El exseleccionador español ha evitado pronunciarse en exceso respecto a un tema que no le concierne. Son Qatar y Al Khelaïfi los únicos que tienen potestad en la toma de decisiones sobre Mbappé. Luis Enrique, eso sí, firmó un contrato de dos temporadas en el que se le prometió disponer de plenos poderes para la confección de la plantilla. Todos los fichajes han tenido el visto bueno del gijonés, que acatará las órdenes del PSG y aceptará la venta o la continuidad de Mbappé bajo las directrices de Doha.

En su presentación, de hecho, Luis Enrique no dio pistas respecto a Mbappé porque el técnico asturiano no sabía cuál era la hoja de ruta del club, algo que ya se encargó Al Khelaïfi de aclarar minutos después y que confirmó descartándole el viernes de la gira por Japón. “Tiene contrato y no sabemos lo que está ocurriendo en la trastienda porque las cosas cambian constantemente, Tendremos una plantilla fuerte, estoy seguro de eso. Cuando firmé ya sabía que estaba todo abierto en la plantilla. En el mercado algunas cosas pueden pasar”, aseveró aquel día.

El PSG está ‘bloqueado’ parcialmente en el mercado por la situación de Kylian Mbappé. Si no sale el delantero, por el que piden una cifra inferior a 200 millones de euros, sin contar las primas y los bonus que deben abonarle, el conjunto parisino no gozará de medios económicos suficientes como para acometer operaciones de la índole de Bernardo Silva o Harry Kane, objetivos prioritarios para apuntalar la plantilla antes del mes de agosto.

Luis Enrique no tiene prisa, pero sabe, tal y como indicó en rueda de prensa, que la plantilla no está cerrada ni mucho menos. Faltan dos incorporaciones de renombre para que el equipo tenga garantías para poder pelear por la Champions League. La salida de Mbappé, un enigma absoluto por la complejidad de la operación, sería un alivio económico para el club y para el técnico, que podría verse en la complicada tesitura de no poder contar con el mejor jugador del mundo porque el PSG decide dejarlo en la grada durante toda la temporada.