Luis Castro, de dominar en Brasil a dirigir a Cristiano Ronaldo
El técnico luso de 61 años se marcha de Botafogo, con quien lidera el Brasileirao, para dirigir a Al Nassr y a su compatriota.
El fútbol de Arabia Saudí no solo pone su foco en grandes estrellas mundiales que ya han desembarcado en su campeonato en las últimas semanas. También quieren nutrir a sus clubes de técnico de experiencia contrastada. El último en llegar será Luis Castro, técnico portugués de 61 que, tras meditarlo durante varias jornadas, ha aceptado la oferta de Al Nassr, donde dirigirá a su compatriota Cristiano Ronaldo.
Castro se marchará de Botafogo, club que realizó una apuesta importante por él para volver a la élite del fútbol brasileño. La dirigencia del club, con John Textor a la cabeza, tuvo paciencia con el técnico a inicios de año, cuando los resultados no eran los esperados y pronto llegó la recompensa. Ahora el equipo carioca domina el Brasileirao con una autoridad inesperada y el sueño de lograr el título ya no era descabellado.
Después de 12 jornadas disputadas se ha visto a un Botafogo engrasado, capaz de implantar un ritmo alto en cada partido y de adaptarse a contextos muy diferentes. Tiene capacidad de dominar y también de aguardar su momento para contragolpear, en cada caso siempre comandado con su delantero Tiquinho Soares, máximo goleador del campeonato. El Fogao acumula 10 triunfos y aventaja a Gremio, su más inmediato perseguidor, en siete puntos. A otros candidatos como Flamengo y Palmeiras en ocho.
En esta misma semana la plantilla de Botafogo organizó una reunión con Castro para intentar convencerlo de que se mantuviese en el club al menos hasta finalizar la campaña. Sin embargo, todo esfuerzo ha sido en vano y se ha impuesto la poderosa oferta económica del club árabe. Este jueves será el último partido del portugués a los mandos del cuadro carioca. En Copa Sudamericana, donde ya tienen el billete a la siguiente ronda certificado, será su despedida.
Estos últimos meses probablemente han sido los mejores de Castro a lo largo de su dilatada carrera como entrenador. Si bien ganó el campeonato ucraniano en 2020 con Shakhtar Donetsk, la tarea realizada en Botafogo hubiese resultado memorable de haberla alargado en el tiempo. Hay que recordar que el cuadro blanquinegro había ascendido en 2022 de la Serie B y con una importante apuesta económica se intentaba asentar de nuevo en la élite. Después de una campaña decepcionante, el técnico había dado con la tecla. Se había ganado a la plantilla y desde la defensa había construido un bloque poderoso.
En 12 partidos completados Botafogo solo había encajado siete goles y era el equipo menos goleado del Brasileirao. Los zagueros centrales Cuesta y Adryelson eran sus pilares y desde habían crecido otros como el talentoso Tche Tche o Eduardo en la medular. Otros como Marlon Freitas y Di Plácido habían entendido las exigencias del técnico a la perfección y habían dado un salto de nivel significado. Ahora todo se frena en seco y el nuevo técnico que llegue al club tendrá la complicada misión de volver a motivar al equipo para luchar por el campeonato.