Lloris: “El Madrid nunca habría celebrado una final perdida...”
El portero de Los Angeles FC, leyenda del Tottenhan, publica en exclusiva en ‘The Telegraph’ fragmentos de su autobiografía ‘Hugo Lloris: Earning my Spurs’, donde cuenta lo ocurrido en la Champions de 2019.
El Tottenham disputó en 2019 la primera final de Champions League de su historia. Mauricio Pochettino llevó milagrosamente a los spurs hasta Madrid, pero el desenlace del encuentro, ante el Liverpool, no tendría el final más feliz para el conjunto londinense. Un 2-0 que dejó al cuadro londinense, otra vez más, sin tocar plata. Años después de lo ocurrido, el arquero francés Hugo Lloris ha desvelado una llamativa intrahistoria de aquella final.
Con motivo de la publicación de su autobiografía ‘Hugo Lloris: Earning my Spurs’, el ahora jugador de Los Angeles FC, que llegó a defender la meta del Tottenham en 447 ocasiones, ha publicado en exclusiva en The Telegraph algunos fragmentos de su libro. Mientras que Daniel Levy, todavía presidente de los spurs, acaba especialmente señalado por su poco tacto, Hugo Lloris reconoce que “si un jugador necesitaba un poco de cariño, mejor que no llamara a la puerta de Antonio Conte”.
Daniel Levy y los relojes de la final de la Champions League: “Todos tenemos un recuerdo grabado. Cuatro días antes de la final (de la Champions League), Daniel Levy nos convocó a todos para anunciarnos que, con el apoyo de un patrocinador, recibiríamos cada uno un lujoso reloj de aviador del club. Al principio, nos emocionamos al ver las cajas tan elegantes. Luego las abrimos y descubrimos que habían hecho grabar en el reverso de cada reloj el nombre del jugador y: ‘Finalista de la Liga de Campeones 2019′. Finalista. ¿Quién hace algo así en un momento así? Todavía no lo he superado, y no soy el único. Si hubiéramos ganado, no habría pedido que le devolvieran los relojes para grabar en su lugar: ‘Ganador’. Siento un gran respeto y estima por él (Daniel Levy) y por todo lo que ha hecho por el club como presidente, pero hay cosas a las que simplemente no es sensible. Aunque el reloj es magnífico, nunca lo he llevado. Hubiera preferido que no llevara nada. Con un grabado así, a Levy no le habría sorprendido que hubiéramos perdido 1-0 a los pocos minutos: así estaba escrito. En la recepción posterior al partido en el hotel, tuve la impresión de que algunas personas del club y ciertos jugadores no estaban lo suficientemente abatidos por haber perdido. Me habría gustado que la gente se me acercara y me dijera: ‘No te preocupes, Hugo. Nunca más. Te daremos los medios para volver a intentarlo’. Pero cuando volví a mi habitación la noche de la final, creo que tuve la misma sensación que Mauricio (Pochettino) y Harry (Kane): ‘¿El club realmente quiere ganar?’. El Real Madrid nunca habría celebrado una final perdida, y nosotros tampoco deberíamos haberlo hecho”.
Finales disputadas con el Tottenham: “Jugué tres finales con el Tottenham –dos Copas de la Liga (2015 y 2021) y una Liga de Campeones– en las que no marcamos ni un solo gol. Fue muy decepcionante haber vivido todas esas emociones y que la aventura llegara a su fin de esa manera. No sé si todo el mundo en el club y en el equipo se dio cuenta de lo difícil que es llegar a una final, y de lo difícil que es remontarla. No estoy seguro de que comprendiéramos que esa era quizá la única oportunidad en nuestra carrera de ganar la Champions League; que el club para el que jugábamos no estaba programado para ganarla; que podríamos haber evitado volver a oír la queja de que ‘el Tottenham nunca gana nada’; que nuestros nombres podrían haber quedado grabados en la historia del club para siempre. Esto es lo que nos quitó ese penalti”.
Documental de Amazon: “Todo fue difícil después de aquello, para Mauricio (Pochettino) y para nosotros. El club había invertido por fin en fichajes, pero no habíamos superado la final de la Champions League y la plantilla aún no estaba lo suficientemente reactivada, por no hablar de las tensiones que no harían sino crecer tras una decisión del club que afectaría al día a día del equipo; una decisión tomada sin el consentimiento ni de la plantilla ni del entrenador: instalar cámaras por todas partes para la serie de Amazon sobre los spurs. A la luz de la suma mencionada –alrededor de 10 millones de libras–, nos preguntábamos si aquellos cuya temporada y actividades se verían afectadas, todos aquellos a los que se les pedía un micrófono cada día, recibirían una parte. La respuesta no se hizo esperar: no. Cuando el equipo de rodaje colocó pequeños micrófonos en algunas mesas de la cantina, fuimos a sentarnos a otras. Teníamos que tener cuidado todo el tiempo. El único lugar en el que podíamos hablar libremente era el vestuario de entrenamiento. Por lo demás, tenían micrófonos y cámaras por todas partes, incluso en algunos entrenamientos, lo que no era poco. Era una limitación y tenía consecuencias”.
Etapa con Antonio Conte: “Me pareció que Antonio Conte era todo un personaje, impulsado por la victoria, que le daba energía, pero que le resultaba muy difícil controlar su frustración cuando empezábamos a empatar, por no hablar de perder, porque su tormento interior tenía que salir. Si él estaba atormentado, entonces todo el mundo tenía que compartir también ese tormento, y las cosas podían complicarse muy rápidamente. Una vez me dijo que en una semana cualquiera, su felicidad duraba una hora, justo después de ganar, y eso era todo. Durante los partidos, Conte era tan extremo y explosivo como parecía, y se ganaba el respeto y el miedo. Una personalidad tan fuerte empujaba a los laterales a preferir jugar en el lado opuesto al banquillo. Nunca he olvidado nuestra primera derrota con Conte: un 2-1 contra el NS Mura en Eslovenia, en la Conference League. Aunque yo no jugaba, tenía derecho a sus gritos y reproches, como todos los demás. En las reuniones de la plantilla pasábamos al menos 30 minutos al día analizando vídeos, sin olvidar las interminables concentraciones de preparación en nuestro centro de entrenamiento. Tras la derrota en Maribor, empezó a gritar: ‘¡Mura, Mura, ¿quién es Mura? Hemos perdido contra Mura’. Todavía puedo oírle. Si un jugador necesitaba un poco de cariño, mejor que no llamara a la puerta de Conte. Para Conte, la confianza se gana en los entrenamientos. No tiene filtro, es sincero, honesto. Es un entrenador que vive sólo de los resultados, mientras que desde la perspectiva de un jugador, el rendimiento también es importante”.
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