Pelea monumental con ultras en Brasil: Ronaldo y Jesé, testigos

Nuevo episido horrible en Brasil con ultras de Coritiba y Cruzeiro. Una semana después de lo acontencido en la playa de Copacabana con hinchas radicales de Fluminense atacando a aficionados de Boca, el fútbol brasileño vuelve a quedar ‘manchado’ por lo ocurrido este fin de semana en el partido crucial por la permanencia. Además, entre los asistentes se encontraba Ronaldo Nazario, presidente de la entidad de Belo Horizonte, y el jugador Jesé Rodríguez. El suceso tuvo lugar después de que Coxa-branca se adelantara en el minuto 91.

Cruzeiro, un histórico de fútbol brasileño, llegaba al partido por encima del descenso y no podía fallar ante Coritiba, prácticamente con un pie y medio en la Série B. El equipo presidido por Ronaldo ya sabe lo que es perder la categoría porque en 2019 descendieron y volvieron a subir en 2022 con el brasileño ya como accionista mayoritario. En este último partido, el brasileño se encontraba en el palco, mientras que Jesé estaba en el banquillo cuando los ultras invadieron el terreno de juego.

Lo sucedido en el estadio Vila Capanema fue la gota que colmó el vaso para los ultras de Cruzeiro ya que llevan semanas manifestándose en la ciudad deportiva Toca da Raposa de Cruzeiro por la gestión de Ronaldo como presidente y amenazando a los jugadores por no conseguir buenos resultados. “Si perdemos, va a ser una locura”, “si no tienes calidad, ve a por todas” y “si vuelves con un empate, va a ser un infierno”, fueron algunas de las amenazas de los ultras a los futbolistas.

Incluso en las redes sociales fueron más allá al amanezar con ir a por los hijos de los jugadores del equipo de Belo Horizonte: “Ahora la exigencia será en persona. No existe la protesta fuera del TC [centro de entrenamiento], vamos a exigirla en la puerta de vuestras casas, cuando vuestros hijos salgan para la escuela, en los paseos por los centros comerciales o en los restaurantes, a cada persona que no honre los colores del Cruzeiro Esporte Clube en el campo”. Las advertencias se hicieron realidad tras el 1-0 de Robson para Coritiba, provocando que saltaran al terreno de juego sin que los miembros de seguridad pudieran impedirlo.

A su vez, los hinchas radicales de Coritiba también saltaron la valla para originar una batalla campal con palos incluidos. El altercado finalizó cuando la policía salió al césped. Por suerte, los jugadores se protegieron a tiempo en el túnel de vestuarios y después de media hora volvieron a salir para finalizar el partido. A Cruzeiro le quedan seis encuentros por jugar y todavía tiene opciones de alcanzar la salvación que ayudaría a Ronaldo a calmar las aguas.

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