Las maniobras del PSG para cumplir el Fair Play Financiero
Los parisinos están bajo la lupa de la UEFA tras haber acumulado un déficit superior a 30 millones de euros durante las tres últimas temporadas.
El PSG es uno de los 20 equipos que están sujetos a una posible sanción por incumplir el Fair Play Financiero. Tal y como anunciaron L’Équipe la semana pasada y The Times, el conjunto parisino será sancionado tras no haber respetado los umbrales económicos de las dos últimas temporadas y después de haber acumulado un déficit superior a 30 millones de euros en los tres últimos ejercicios.
La ICF, el organismo encargado de la supervisión de las cuentas de los clubes europeos, le había enviado al PSG un acuerdo de conciliación mediante el abono de una cantidad correspondiente para escapar de las sanciones. Según Le Parisien, el club considera que los análisis de las cuentas por parte de la UEFA no se corresponden con la realidad y, por el momento, no firmará dicho acuerdo.
En las últimas semanas, los dirigentes del PSG han intentado acercar posturas con la máxima instancia europea para que comprenda que la acumulación de pérdidas se debe a las crisis que provocó la pandemia del coronavirus y no a una mala praxis por parte del club. En la temporada 2019/2020, el vigente campeón de la Ligue 1 acumuló pérdidas de 125 millones de euros y en la 2020/2021 el déficit ascendió a los 225 millones. La masa salarial aumentó considerablemente con las llegadas de, entre otros, Messi y Donnarumma.
La llegada del nuevo Fair Play Financiero a partir del próximo curso, en el que se limitarán los gastos a los clubes a un porcentaje de sus ingresos ordinarios en salarios y honorarios a agentes, con un límite del 90 % en 2023, 80 % en 2024 y 70 % en 2025, podría darle un respiro al PSG. El nuevo Fair Play le permitirá un déficit de 60 millones de euros en tres años, por lo que la presión de la UEFA no sería tan marcada como actualmente.
El hecho de estar bajo supervisión ha provocado sus primeras consecuencias en el mercado. El PSG no ha podido, por ejemplo, acometer el fichaje de Skriniar porque Luis Campos no podía ofrecer más de 50 millones y el Inter no bajaba de los 70. El portugués, nombrado nuevo consejero deportivo en julio, no entrará en pujas a la alza para no acometer locuras a hora de negociar. Actualmente, según Le Parisien, el déficit es de 62 millones de euros, muy lejos de los más de 200 del último ejercicio.