Las diez mejores promesas a seguir en la Ligue 1
El campeonato francés arranca este viernes y en Diario AS desmenuzamos a diez jugadores que pueden ser las revelaciones a lo largo de la temporada.
Tras más de dos meses de ausencia, la Ligue 1 abre el telón una temporada más a partir de este viernes. Será una temporada atípica por dos componentes. El primero el Mundial, que hará que, de noviembre a diciembre, se pare la competición durante prácticamente un mes. El segundo, la remodelación de la primera división del fútbol francés, que contará con 18 equipos a partir del próximo curso, por lo que habrá cuatro descensos directos y no dos como se venía haciendo de forma general. En Diario AS, desmenuzamos las diez promesas a seguir esta temporada en el fútbol galo.
Isaak Touré (Olympique de Marsella)
Resulta complicado encontrar en el mundo del fútbol a un central que, con tan solo 19 años, mida 2,06 y tenga una suficiencia para jugar al fútbol como la de Isaak Touré. Tras una temporada muy buena en el Le Havre, el central, que estaba pretendido por el Manchester City, terminó fichando por el Olympique de Marsella gracias a la insistencia de Pablo Longoria. Internacional francés sub 19, Touré llega al sur de Francia para cubrir la baja de William Saliba al Arsenal.
A pesar de su altura, Isaak Touré es un central rapidísimo al corte aprovechando su potencia en la zancada, imparable en el juego aéreo y con una capacidad para incorporarse al ataque exuberante. Esas conducciones interminables le han permitido revolucionar, incluso, la posición de central. Es tal su superioridad con la pelota que la temporada pasada actuó de lateral en alguna ocasión y su rendimiento fue también diferencial. Su gran déficit sigue siendo la extremada confianza en su físico que le hace perder la posición durante varios tramos del partido.
Malo Gusto (Olympique de Lyon)
Con uno de los nombres más peculiares de la historia del fútbol, Malo Gusto afronta su segunda temporada en el Olympique de Lyon asentado como uno de los mejores laterales derechos de la Ligue 1. Le quitó la titularidad muy pronto a todo un internacional francés como Léo Dubois y acumuló actuaciones de un nivel altísimo ante rivales de renombre como el Olympique de Marsella o el PSG. Esta será, sin duda, el curso de su confirmación en la élite.
Si todo sigue su cauce, Malo Gusto no debería, a priori, tardar en debutar con la selección francesa. Hablamos de un lateral con un despliegue físico fuera de lo común y con una rapidez para incorporarse al ataque o para corregir en defensa que le hacen ser un jugador completísimo. En lo que debe mejorar es en la toma de decisiones, ya que juega a tantas revoluciones que llega al área rival muy cansado y sin la fuerza suficiente para marcar las diferencias continuamente. El Lyon, una de las mejores canteras de Francia, tiene en Malo Gusto un lateral para la próxima década, aunque todo indica a que un grande acudirá a su puerta más pronto que tarde.
Khéphren Thuram (Niza)
El pequeño de los Thuram, Khéphren, vivirá una de las temporadas más importantes de su carrera. El PSG se interesó en hacerse con sus servicios, pero la negativa del Niza a venderle y el consejo de Lilian a continuar en el sur de Francia le privaron de salir a París. El centrocampista de 21 años tiene todas las condiciones para convertirse en uno de los mejores de la Ligue 1 en su posición y, con la llegada de Lucien Favre al banquillo, el protagonismo que tendrá con balón será bastante superior al que tenía con Galtier.
Thuram es un box to box total. En salida de balón es diferencial gracias a su excelente control orientado y, además, juega a pocos toques para ser indetectable para los adversarios. En campo rival, esas conducciones tan poderosas una vez que ha superado a su marca le permiten todavía ser más peligroso para llegar en segunda línea. Thuram tiene un potencial muy alto y esta temporada lo puede demostrar en un equipo que va a tener importantes porcentajes de posesión de balón.
Castello Lukeba (Olympique de Lyon)
Si algo ha caracterizado al fútbol francés durante la última década es a formar centrales de una proyección espectacular. El último en explotar en la Ligue 1 fue Castello Lukeba, un central zurdo de 19 años que recuerda al Samuel Umtiti que debutó en el Olympique de Lyon antes de dar el salto al Barcelona. Virtuoso con el balón, muy contundente a campo abierto y, sobre todo, fuerte en los duelos en el área, Lukeba quiere, como Malo Gusto, confirmarse esta temporada antes de, probablemente, dar el salto a un equipo de mayor nombre.
Lo que más destaca del joven defensa es la personalidad que tiene para sacar el balón. Esas conducciones y esa orientación que atesora antes de dar un pase que supere líneas ha sido una de las grandes virtudes que ha mostrado el jugador en su primer año como profesional. En un Lyon que, con Peter Bosz, quiere ser cada vez más protagonista con la posesión, Lukeba será el líder del equipo en defensa, más si cabe tras la salida de Denayer y con los pocos centrales que cuenta el club actualmente. Junto a Todibo, no hay un central joven ahora mismo en la Ligue 1 con su potencial.
Quentin Merlin (Nantes)
Hacía mucho tiempo que la prestigiosa cantera del Nantes no producía un lateral izquierdo de grandes condiciones. Tras muchos años con un agujero en dicha posición, el joven Quentin Merlin, de 20 años, realizó una temporada bastante completa que culminó con una titularidad en la final de la Copa de Francia en la que fue decisivo. Después de haber rechazado una oferta del Olympique de Lyon, que finalmente fichó a Tagliafico, Merlin quiere confirmar las buenas sensaciones que dejó durante el último curso para seguir creciendo en la Ligue 1.
El carrilero izquierdo destaca sobre todo por la buena técnica que atesora para centrar tanto de media como de larga distancia. Ese rango de pase tan alto le hizo ser decisivo durante un gran tramo de la temporada pasada, ya que cada centro que envía desde el sector izquierdo va con una intención clara y dañina para el rival. A ello hay que añadirle que, sin ser un prodigio físicamente, tiene mucha potencia para incorporarse en campo rival, beneficiándose de un sistema de tres centrales en el Nantes que no le obliga a hacer grandes esfuerzos a la hora de recuperar la posición defensiva.
Matthis Abline (Rennes)
Tras un período de aprendizaje en el Le Havre, Mathis Abline está ante una temporada que puede cambiar completamente su vida. La venta de Mathys Tel al Bayern por 20 millones de euros le abre la posibilidad de entrar en la rotación del Rennes, que no va sobrado de delanteros y su director deportivo, Florian Maurice, reconoció hace meses en una entrevista que el objetivo del club era darle poco a poco cada vez más protagonismo a su prestigiosa cantera, esa que ha producido en el último lustro a jugadores de la talla de Ousmane Dembéle y Eduardo Camavinga.
Por increíble que parezca, Abline es un prototipo de delantero que destaca más sin balón que con él. No es que sea malo con la pelota, pero sus movimientos y sus desmarques de ruptura es con lo que más hace daño a los rivales. Inteligentísimo en la ocupación de espacios, Abline puede ser un perfil 2.0 de Laborde en un año en el que el Rennes va a disputar tres competiciones. Para el estilo de juego de Genésio, que obliga a todos sus delanteros a cambiar de posición constantemente, Abline es perfecto, por lo que no se descarta que asuma cada vez más protagonismo en el Rennes.
Johan Lepennant (Olympique de Lyon)
Lepennant llevaba ya varias temporadas a un nivel en el que se le quedaba muy pequeña la Ligue 2. El Olympique de Lyon estuvo rápido y cerró en junio la incorporación de uno de los centrocampistas más prometedores del fútbol francés. El doble pivote que va a formar con Caqueret hacen del conjunto del Ródano uno de los más técnicos de una Ligue 1 acostumbrada a centros del campo físicos sin la presencia de futbolistas que destaquen generalmente por su dominio de la posesión del balón.
Lepennant, además de ser muy bueno con el balón y poseer una visión periférica para filtrar pases en largo y el corto, tiene una personalidad arrolladora, algo muy necesario en un equipo como el Olympique de Lyon. Si Peter Bosz consigue potenciarle junto a Caqueret, el Lyon se impondrá a muchos equipos de la Ligue 1 en la divisoria. A ello hay que añadirle que fue de los jugadores con mayor porcentaje de robos de toda la Ligue 2, por lo que Lepennant es un mediocentro completo que le va a dar muchas alegrías al Lyon.
Eliot Matazo (AS Mónaco)
La baja de Aurélien Tchouaméni al Real Madrid es insustituible para el Mónaco, pero el conjunto monegasco dispone de jugadores, entre los que se encuentra Matazo, que pueden dar un salto adelante esta temporada en el centro del campo para intentar contrarrestar la salida del internacional francés. El belga, que ha ido entrando poco a poco en los planes de Clement, será titular hasta que el Mónaco consiga un recambio de Tchouaméni, o no, ya que si hace un gran inicio de temporada, el club podría darle las riendas del mediocampo junto a Youssouf Fofana, con el que se complementa de maravillas.
Matazo es un jugador que todavía tiene que definirse como mediocentro. En el Mónaco actúa en doble pivote y no suele incorporarse al ataque, pero ya ha mostrado en varias ocasiones que su conducción, más técnica que poderosa, puede ser útil en campo rival. De momento, el canterano del Mónaco se ha mostrado como un jugador eléctrico, versátil y con mucho nervio a la hora de distribuir la pelota. Si consigue mejorar un poco la temporización del juego y el timing a la hora de saltar a la presión, hablamos de un jugador que, perfectamente, puede suplir a Tchouaméni, aunque salvando las distancias entre ambos.
Enzo Le Fée (Lorient)
Cada temporada es habitual ver a Enzo Le Fée en los pronósticos o en las quinielas de revelación de la Ligue 1. No es para menos. Pieza indiscutible para Ripoll en la sub21 francesa, incluso importante en los Juegos Olímpicos de Tokio para Francia, el gran problema del mediapunta siempre ha sido que ha estado en un equipo, sobre todo con un entrenador, muy defensivo y en el que apenas tocaba diez balones en campo rival por encuentro. Con la salida de Pélissier y la llegada de Regis Le Bris, un entrenador que sí quiere ser más protagonista con la pelota, está sí debe ser la temporada de la explosión definitiva de Le Fée.
Jugador muy liviano, técnico, incisivo en el regate y con gran capacidad asociativa, Enzo Le Fée se perfila como una de las grandes esperanzas del Lorient para mantener la categoría. El canterano de Les Merlus es uno de los jóvenes más talentosos de la Ligue 1 y debe dar un paso adelante en una temporada en la que habrá cuatro descensos directos y en la que su equipo es firme candidato para bajar. Con un Le Fée a buen nivel, el conjunto bretón se acercará considerablemente a la victoria, además de soñar con una venta histórica por un jugador que no debería tardar en llegar a un equipo europeo.
Kays Ruiz-Atil (Auxerre)
La carrera de Kays Ruiz-Atil necesita cuanto antes asentarse. Canterano del Barcelona y fichaje del PSG hace tres años para su cantera, con el que llegó a disputar varios partidos en la Ligue 1, el extremo volvió a La Masía hace un año y tampoco pudo tener oportunidades. Ahora, el Auxerre, recién ascendido a la Ligue 1, se hizo con sus servicios para darle esos minutos que jamás ha tenido en la élite desde que debutara en 2020 con la camiseta del PSG en el campo del Lens.
El estilo de juego de Furlan, que juega con dos extremos abiertos para que la reciban al pie y encaren, encaja como anillo al dedo con Ruiz-Atil, que es un jugador que siempre la pide abierto en la banda izquierda, encara constantemente y saca productividad de su extraordinaria capacidad para gambetear rivales. Con Hein en la derecha y con Atil en la izquierda, el Auxerre debería tener, en teoría, a dos jugadores con mucha suficiencia para generar ocasiones y producir goles. Si vemos al Ruiz-Atil de París, ese que llegó a decidir partidos con Thomas Tuchel,