Laporte alivia a Cristiano

Al Nassr sigue de dulce y logró, en Dubái, su séptima victoria de forma consecutiva. El combinado de Riad derrotó por 0-1 al Esteghlal iraní. Un equipo que, como curiosidad, tiene a dos viejos conocidos del fútbol español en sus filas: Gaël Kakuta (ex del Rayo Vallecano, del Sevilla y del Deportivo de la Coruña) y Gustavo Blanco-Leschuk (formó parte del Málaga, del Real Oviedo y del Eibar). Y también una escuadra que fue un auténtico hueso para Stefano Pioli y sus pupilos, quienes tuvieron que sufrir de lo lindo para obtener su segunda victoria en la Champions de Asia.

Cristiano Ronaldo y sus compañeros se encontraron, sobre el césped del Al Rashid de Dubái (el partido no se disputó en Irán por el conflicto en Oriente Medio), a un contrincante duro de pelar. El Esteghlal, en su empeño de anular el talento que Al Nassr atesora en ataque, planteó una línea de cinco defensores que se erigía como un muro ante las huestes saudíes. Su plan no daba lugar a la cábala: fortaleza y orden defensivo y, al mismo tiempo, tratar de amenazar en las transiciones. Para tal empresa, dos velocistas: Eslami y Mohammadi. Este último, no obstante, sufrió el infortunio de caer lesionado a los siete minutos de empezar el partido. Su reemplazo fue Koushki.

Como consecuencia de esta propuesta iraní y de la falta de clarividencia de Al Nassr, ya fuera por cuestión de intensidad o de ausencia de un ‘plan B’, el vértigo en el partido brilló por su ausencia. Los saudíes monopolizaron la posesión, pero no sabían qué hacer con ella cuando la meta rival estaba cerca. Las ideas no aparecían, el rival no cometía errores y el sofocante calor de Dubái no hacía sino empeorar el panorama para los de Pioli. Intentó echarse el equipo a la espalda Cristiano, pero no anduvo acertado el portugués. ‘CR7′ no encontraba su duende, Brozovic no lograba romper el cerrojo iraní con su desplazamiento en largo, Mané andaba desaparecido y Otávio tampoco pudo moverse entre líneas como acostumbra. El resultado de esta ecuación: un 0-0 al descanso.

Tras el paso por la caseta, Pioli introdujo tres cambios de una sentada que tampoco le reportaron una mejoría a su equipo en el corto plazo. Tampoco consiguió desnivelar la balanza Talisca, quien ingresó unos minutos más tarde. El Esteghlal seguía muy bien ordenado, los espacios seguían sin aparecer, Cristiano seguía frustrándose una y otra vez contra la zaga rival o contra Hosseini, portero iraní que protagonizó alguna parada de mucho mérito. No obstante, el fútbol es un juego de errores y el fallo acabó cayendo por su propio peso. En el minuto 81, Al Nassr sacó de esquina Hosseini le negó el gol a Cristiano con un manotazo espectacular. El cancerbero, sin embargo, no pudo hacer nada ante el rechace de Laporte. El internacional español, en la segunda intentona, cabeceó completamente libre de marca para darle a los saudíes tres puntos de oro. Para poner a los de Pioli a sólo dos puntos del Al Hilal de Neymar, actual líder del grupo oeste de la Champions de Asia. Y para, por qué no decirlo, para aliviar a ‘Mr. Champions’.

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