La Unión hace la fuerza

El Union Berlin tocó fondo hace varias jornadas tras caer en casa ante el Holstein Kiel, colista de la Bundesliga. Las tres derrotas consecutivas complicaban la existencia de un club berlinés que había cambiado de entrenador la pasada Navidad sustituyendo a Bo Svensson por un ex jugador de los Eisernen como Steffen Baumgart. Pero cuando la crisis parecía más profunda, tanto la afición como la directiva se unieron para mostrar un respaldo incondicional al técnico y a los jugadores, un gesto que finalmente llevaría al equipo a su mejor racha de la temporada, con 11 puntos en los últimos 5 encuentros, que han servido para prácticamente confirmar la permanencia. Un último mes que corrobora una de las frases del himno de los berlineses: “Siempre hacia adelante, hombro con hombro por la Unión de Hierro”.

La temporada pasada cuando el Union encadenó una racha negativa con una decena de derrotas consecutivas, la afición sacó varios mensajes en las gradas para recordar los valores del club (Nunca pitar a los jugadores, animar hasta el final, no olvidar de dónde venimos…). Este mes pasado muchos de estos mandamientos volvieron a salir a la luz hace un mes en un momento complicado donde los Eisernen comenzaban un calendario infernal que los llevaría a visitar Frankfurt, Freiburg o Leverkusen, además de recibir al actual líder, el Bayern, y al Wolfsburg. Cinco partidos que podían cambiar el sino de la temporada.

Todo comenzó con una extensa entrevista a Dirk Zingler. El presidente del club quiso poner en perspectiva todo lo conseguido por el Union en los últimos 15 años, pero dejando claro que lo iban a dar todo para seguir en Bundesliga y seguir creciendo paso a paso con proyectos importantes como la prevista ampliación del estadio. A las palabras del propio Zingler se sumó un comunicado conjunto de los principales fanclubs del Union en el que ratificaban su apoyo sin fisuras al equipo en el tramo final de temporada. En él recordaban el espíritu luchador del club, todas las dificultades que habían tenido que superar desde los tiempos de la RDA y la posterior reunificación, así como los éxitos de los últimos años que de manera natural había aumentado las expectativas de un modesto club de barrio. Terminaban animando a los aficionados a permanecer en todo momento al lado de los jugadores, ya fuera en los partidos de casa o en los difíciles desplazamientos que había en el horizonte.

Una racha con sabor a permanencia

Y la lealtad absoluta de todos los estamentos del club hizo efecto desde el primer momento. Los de Baumgart vencieron por 1-2 al Eintracht en un partido que tuvo de todo: goles, tantos anulados… y hasta un penalti parado por el portero Rönnow en el último minuto para que los tres puntos viajaran a Berlín. Desde entonces los triunfos ante Freiburg y Wolfsburg, sumados a los meritorios empates frente a los dos primeros clasificados, el último un empate sin goles en Leverkusen, dejan la zona peligrosa a una distancia casi definitiva. Quedan solo cinco jornadas, la primera de ellas este fin de semana con la visita del Stuttgart, pero los de Köpenick ya saborean la permanencia con una receta que hasta ahora les ha funcionado: Mantenerse juntos y fuertes frente a las adversidades, porque como recuerda el refranero popular: “La Unión hace la fuerza”.

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