La revelación Casa Pía: Larrazabal, Svensson, Kluivert... y un técnico de 32 años

Este sábado (16:30) la liga portuguesa vive un duelo entre dos de las grandes revoluciones de los últimos años. El Santa Clara, equipo recién ascendido de las Islas Azores que marcha quinto, se enfrenta al sexto, un histórico del fútbol portugués que cumple su tercera temporada en la élite tras no pisar la primera división en... ¡83 años! Ambos persiguen el sueño de meterse Europa, aunque los azorianos tienen la experiencia reciente de disputar la Conference en la temporada 2021/2022. No así el Casa Pía, esta importante institución en el deporte portugués y cuyo origen es un orfanato de Lisboa, nunca ha disputado competiciones europeas en su larga historia.

Y en esta campaña es cuando ese reto parece alcanzable para los lisboetas. De hecho, llega de derrotar en la pasada jornada al Benfica por primera en su historia desde la temporada 1938/1939, primer año de la máxima competición portuguesa en la que Casa Pía militó como uno de los fundadores... y descendió. Una victoria histórica lograda en el destierro del estadio Rio Maior, que le acoge mientras se reforma su campo de apenas 2.500 espectadores.

Un club humilde... con mucho nombre reconocible. En ese encuentro tuvieron mucho protagonismo algunos de los apellidos ilustres con los que cuenta en la plantilla. Es el caso del lateral español Gaizka Larrazabal, hijo del mítico jugador del Athletic, que dio una asistencia. Otro pase de gol fue firmado por el delantero Max Svensson, hijo del legendario portero de balonmano sueco que militó en el Barça. En ese encuentro no participó el central Ruben Kluivert, hijo del exjugador del Ajax y Barça, además de hermano de Justin, jugador del Bournemouth. Aunque es otro de los jugadores a los que suele sacar rendimiento el técnico, Joao Pereira.

¡Un técnico más joven que sus futbolistas!

Porque esa es otra de las claves del crecimiento esta temporada del club, un entrenador como Joao Pereira, de la inagotable cantera de técnicos del país, que a sus apenas 32 años rompe récords de precocidad en el fútbol portugués tras acumular experiencia en la cantera del Oporto (puliendo talentos como Vitinha o Fabio Silva), como segundo en la selección mozambiqueña (con jugadores como Reinildo o Catamo) y logrando grandes resultados en equipos humildes como el Amora o el Alverca.

Ahora, en su primera experiencia en la máxima categoría, y siendo uno de los técnicos más jóvenes de las ligas europeas (sólo le superan Fabian Hürzeler, del Brighton, y Will Still, del Lens), cuenta con el reto de plantarle cara a los grandes. Cassiano, una de las referencias de la plantilla, es tres años mayor que su entrenador, pero reconoce su capacidad motivadora: “En el descanso ante el Benfica nos reunimos para conjurarnos y lograr algo histórico”. El siguiente paso es la campanada europea y que en Lisboa se hable de fútbol más allá de que lo que generan los dos gigantes, Benfica y Sporting.

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