La reconstrucción del PSG

Después de un mes de julio descafeinado, sin prácticamente incorporaciones, el PSG ha decidido ponerse el mono de trabajo para, antes del arranque de la Ligue 1, el 16 de agosto, confeccionarle a Luis Enrique una plantilla de garantías. La baja de Mbappé es irremplazable, pero eso no exime a la dirección deportiva de intentar brindarle al técnico asturiano un equipo en el que el colectivo sea lo primordial y no las estrellas, antaño lema de Qatar en la capital francesa.

El primer fichaje del mercado estival fue Sáfonov, guardameta del Krasnodar, un portero que aterriza en París para intentar hacerle competencia a Donnarumma, reforzado por su brillante Eurocopa. El segundo es João Neves, una de las mayores promesas del fútbol europeo. El joven centrocampista portugués, de 19 años, fichó por el PSG por 70 millones de euros, 60 millones fijos más diez en variables, mientras que Renato Sanches hizo el camino opuesto, marchándose cedido al Benfica.

La llegada de Neves supone que el PSG pueda contar en plantilla con un centro del campo de primerísimo nivel, ya que Vitinha, Fabián y Zaïre-Emery completan una medular de ensueño para Luis Enrique. Los próximos objetivos que monitoriza la dirección deportiva son, entre otros, Désiré Doué y Julián Álvarez. El primero, del Rennes, podría marcharse finalmente al Bayern, pero Nasser Al Khelaïfi, en las últimas horas, ha gestionado directamente las negociaciones, aunque la última palabra la tiene el jugador.

El argentino es del gusto del PSG para reforzarse en ataque. Las negociaciones por Osimhen, por el que el Nápoles pide 130 millones de euros, se han enfriado, por lo que el club tuvo que mirar una alternativa y esa es Julián Álvarez. El campeón del mundo en 2022 con Argentina quiere salir a toda costa del Manchester City, que no pondrá, a priori, ningún impedimento, siempre y cuando satisfagan sus pretensiones, 80 millones de euros. Sin embargo, el Atlético parte con ventaja en la operación y Julián ve con mejores ojos hacer las maletas rumbo a Madrid que a París. En el Atlético sería junto a Griezmann el referente absoluto del equipo.

Otro objetivo era Nico Williams. Luis Enrique mantuvo, hace unas semanas, una conversación con el jugador del Athletic, al que considera un extremo ideal para acoplarse en su idea de fútbol ofensivo. Su cláusula, de 58 millones de euros, es una cifra más que asumible para el club capitalino. Con todo, parece que Nico apuesta por seguir en Bilbao esta temporada, ya de regreso a los entrenamientos.

En el horizonte aparecen otros nombres, como Jadon Sancho, por el que habría un principio de acuerdo, a la espera de negociar con el Borussia de Dortmund. El PSG quiere agilizar el mercado en las próximas semanas (ya han dejado salir cedidos a Simons y a Renato Sanches). Luis Enrique considera que no tiene, ahora mismo, un ataque de garantías, por lo que es muy probable que aterrice un delantero. Y, finalmente, tampoco se puede descartar que aterrice un defensa, un central, ya que Skriniar sigue dejando dudas y se llegó, en junio, a rumorear que estaba en la lista de transferibles. El favorito es Pacho, ecuatoriano del Eintracht de Frankfurt.

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