La presión de la afición frena el regreso de Boateng al Bayern

Jérôme Boateng ha decidido dar un paso atrás antes incluso de volver a pisar el césped del Bayern. Tras las críticas y el rechazo de parte de la afición, el exdefensor anunció que no realizará el breve periodo de prácticas que había acordado con Vincent Kompany. En un comunicado publicado en sus redes, explicó que centrará su energía en sus proyectos personales, la licencia A, RYZR y Arena2, y deseó al club que continúe su racha de 13 victorias consecutivas.

El gesto llega en un contexto delicado: su regreso había despertado polémica entre los seguidores del Bayern debido a su condena en 2024 por agresión a una expareja. Una petición online con miles de firmas pedía al club “marcar límites frente a la violencia misógina”, y finalmente, Boateng optó por retirarse de la iniciativa antes de que la situación escalara aún más.

Querido FC Bayern, querido Vincent,

Tras las recientes discusiones sobre mi persona, he decidido concentrarme en mis propios temas: la licencia A, RYZR y Arena2. En este momento, ese es mi enfoque, y el vuestro debería estar únicamente en el campo y en el objetivo de continuar esta impresionante racha de 13 victorias consecutivas.

Estoy muy agradecido a la directiva del club y a ti, querido Vincent, por la confianza y la oportunidad de formar parte de ello. Les deseo de corazón que al final de la temporada logren sus grandes objetivos.

También quiero agradecer sinceramente a los numerosos aficionados por sus muchos mensajes y su apoyo.

Vuestro Boa 🤍

Jérôme Boateng, en su cuenta de Instagram

Más allá del ruido, el caso de Boateng refleja la creciente sensibilidad del fútbol europeo frente a la violencia de género y el debate sobre segundas oportunidades en el deporte profesional. Su carrera, marcada por títulos, nueve Bundesligas y dos Champions con el Bayern, y por su papel en el Mundial de 2014, contrasta hoy con un cierre lleno de tensiones extradeportivas.

Boateng agradeció al club y a Kompany por la confianza, y a los aficionados por sus mensajes, pero su tono fue más de despedida que de pausa. Un final sobrio, quizás inevitable, para un futbolista que fue símbolo de una era dorada del Bayern, y que ahora busca reconstruirse lejos de los focos.

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