La Premier rusa arranca con serios problemas
La crisis económica originada por la devaluación del rublo y el conflicto de Ucrania la ha hecho bajar varios peldaños en el ránking UEFA.
La Premier League rusa abrió ayer el telón de la temporada para las grandes ligas del fútbol europeo, aunque a esta le cuesta cada vez más formar parte de la élite. El que hace unos años fuera un campeonato lleno de estrellas y considerables sumas de dinero en fichajes es hoy un torneo lleno de problemas organizativos, penurias económicas y en el que escasean los futbolistas de renombre. La fuerte devaluación del rublo unida a la crisis económica provocada por un conflicto como la Guerra de Ucrania ha reducido considerablemente el gasto en fichajes. De este modo, los clubes rusos han invertido hasta ahora un global de 47,8 millones de euros en 198 incorporaciones, muy poco si se compara con temporadas anteriores. En el curso pasado, en el que ya se hablaba de una liga en crisis, los equipos gastaron 72 millones y en la temporada 2020/21, el desembolso total de los clubes fue de 80.
Atrás quedan los tiempos en los que el Zenit podía fichar a Paredes, Witsel, Bruno Alves y Hulk, entre otros, cuando eran pretendidos por media Europa o cuando en Anzhi intentó ser un equipo de élite de la noche a la mañana a golpe de talonario, con las contrataciones de Etoo o Willian.
Los nombres más destacados de este mercado han sido protagonizados por jugadores mucho menos conocidos: Martins Pereira (al Spartak por 6,5 millones procedente del Young Boys), Carrascal (al CSKA por 6, procedente de River Plate) y Cassierra (al Zenit, que pagó 4,5 millones al Sochi). Esta escasez actual contrasta con el lujo de los estadios en los que se juega la liga, la mayoría de los cuales fueron sede del Mundial de 2018. Rusia gastó 12.400 millones en organizar aquel torneo, pese a que había presupuestado 8.800 en un principio. La suma final es más de lo que invirtió Brasil en 2014 (10.300).
Y es que además de las restrictivas normas federativas para incorporar jugadores extranjeros (sólo puede haber 8 por plantilla, el resto tienen que ser futbolistas locales), los problemas geopolíticos de Rusia han convertido a la Premier rusa en un campeonato muy poco atractivo para los futbolistas de renombre. Tanto es así que el nivel competitivo ha bajado considerablemente y en dos temporadas ha pasado de ser la sexta liga en el ránking UEFA a la décima, siendo superada por las de Portugal, Países Bajos, Austria y Escocia.
El Zenit -vigente campeón y gran dominador de la liga en el último lustro con cuatro títulos consecutivos- es el gran aspirante a conquistar de nuevo la Premier rusa. Más aún después de haberle robado a al Sochi, la revelación del curso pasado tras quedar segundo en la tabla, a Cassierra, su máximo goleador y tercer anotador del campeonato. CSKA, Lokomotiv, Spartak, Krasnodar y Dinamo de Moscú son los otros clubes con posibilidades de arrebatarle la corona al conjunto de San Petesrburgo.
El único representante del fútbol español en esta edición será Guillermo Abascal, técnico del Spartak, que le ha fichado del Basilea. Será el primer gran proyecto que lidere en solitario desde el inicio de campaña este joven técnico de tan solo 33 años después de haber estado casi toda su trayectoria entrenado a equipos menores en Grecia y distintos filiales. Al Basilea llegó como segundo de Vanoli, al que sustituyó en enero, y que acabó dejando en segunda posición. Valeryi Karpin, otro conocido del fútbol español, dirige al Krasnodar.