La odisea del “nuevo Neymar”
Gabriel Verón surgió en la base de Palmeiras como una futura estrella pero desde entonces no ha conseguido tener regularidad. Indisciplina, lesiones y poca fortuna.
Cuando Gabriel Verón dio sus primeros pasos en la base de Palmeiras y la selección brasileña -donde fue clave para el título del Mundial Sub-17- hacia el fútbol profesional, muchos no dudaron a la hora de bautizarlo como “el nuevo Neymar”. Se mostró como un atacante capaz de driblar, de ser rápido en conducción, en dejar acciones repletas de talento y muchos goles. Sin embargo, todo ese camino hacia el éxito se torció y ahora vive sus peores momentos en las filas del Oporto por culpa de una recurrentes lesiones que se unen a otros momentos de indisciplina que le complican el futuro a pesar de que apenas tiene 21 años.
El atacante formado en el Verdao debutó a finales de 2019, cuando apenas había cumplido los 17 años de edad. Uno de tantos talentos precoces que derribaron la puerta para aparecer por todo lo alto en el Brasileirao. Jugó un total de 70 minutos repartidos en tres partidos y ante Goiás sumó un doblete. Unas actuaciones que, sin duda, invitaban al optimismo.
El mejor momento de Gabriel Verón llegó cuando el fútbol se reanudó tras la pausa obligada a causa del Covid-19. Había aprovechado esos meses para trabajar y retornar con mayor fortaleza. Acumuló cuatro goles más en el Brasileirao, dos en Copa do Brasil y fue importante en Copa Libertadores, donde consiguió tres tantos. Sin embargo, después de esa importante acumulación de minutos, en abril de 2021, sufrió una importante lesión en el muslo que lo mantuvo fuera de los terrenos de juego durante tres meses.
Cuando el joven delantero retornó y Abel Ferreira le dio nuevas oportunidades, jamás rindió al mismo nivel. En el Brasileirao del 2021 solo anotó un gol, al igual que ocurrió en el torneo del 2022. El aspecto físico puede jugar un papel fundamental en esta bajada drástica de prestaciones pero también el mental y disciplinar. En julio de 2022 Gabriel Verón fue grabado consumiendo bebidas alcohólicas con varios amigos en la previa del importante partido ante Sao Paulo por Copa do Brasil. El club paulista lo sancionó con el 40% de su salario y el técnico portugués lo criticó con dureza.
Llegada a Europa
Apenas unos días después de este hecho crítico en su carrera, llegó el Oporto con 10 millones de euros y Palmeiras aceptó la oferta de inmediato. Un ingreso bajo para lo que cabría esperar por un jugador que fue visto como el futuro de Brasil. Y una oportunidad inmejorable para el club europeo, que acogió al jugador con el ánimo de relanzar su carrera.
La pasada temporada Gabriel Verón pronto sumó minutos con el Oporto, aunque casi siempre como suplente. De 17 apariciones en liga solo en dos partidos arrancó de inicio. Se quedó sin marcar a pesar de tantas oportunidades y lo mismo ocurrió en Champions League. Su único gol llegó en Copa. Una temporada irregular en la que también arrastró problemas físicos en diferentes tramos.
Más trabas y una oportunidad
Para esta campaña Gabriel Verón quería pasar página y encarar su segundo año en Portugal con más madurez y experiencia. Sin embargo, en plena pretemporada llegó una nueva lesión importante que lo mantendrá alejado de las canchas hasta el mes de noviembre. Eso ha provocado que el Oporto no lo haya incluido en la lista de inscritos para la Champions y que se piense en una cesión cuando el mercado invernal se abra.
Resulta llamativo que Ramón Menezes lo haya convocado de cara a los Juegos Panamericanos que arrancan el 20 de octubre. En un principio el joven atacante no estará listo para esa fecha y aunque se recuperase antes de lo previsto llegaría muy lejos de su mejor versión. No obstante, ese torneo, donde sería una de las grandes figuras, le podría aportar la confianza que tanto necesita para de una vez por todas demostrar el fútbol que tiene dentro.