La Navidad más especial: 28.500 hinchas en un estadio... ¡para cantar villancicos!
Cada año, el An der Alten Försterei del Union Berlin se llena en la víspera de Nochebuena. Una historia que explica los valores de un club diferente.


Una vez al año, 28.500 personas se reúnen la noche antes de Nochebuena en el Stadion An der Alten Försterei, no para ver un partido ni para animar a sus jugadores. Lo hacen para recordar aquello que comparten, que les hace únicos. Una historia que resume y radiografía cómo es el Union, cómo se siente y cómo es su relación con los aficionados. Todo comenzó durante una temporada tortuosa para el equipo, viendo derrota tras derrota y con el club en Navidad en puestos de descenso a Tercera División. Érase una vez...
Unos cuantos hinchas decidieron sacudirse la tristeza. Estaban tan hundidos por la situación deportiva que ni siquiera se habían deseado “Feliz Navidad” al despedirse en el último partido antes del parón. Así que volvieron al estadio la noche antes de Nochebuena, casi un centenar, cantaron, tomaron algo y recordaron que animar a un club de fútbol va más de la gente que te rodea en la grada que de la posición en la tabla.
Weihnachtssingen
Volvieron al año siguiente, y se unieron algunos más. Y al otro también. El Weihnachtssingen del Union siguió creciendo, sin parar, hasta el punto de reunir cada año a decenas de miles de personas. Aquella peculiar celebración navideña había crecido hasta una escala impensable respecto a su humilde origen. El sonido de las campanas de iglesia resuena alrededor del estadio y de pronto se apagan los focos, hasta que solo se ven miles de velas en la oscuridad y empieza el himno de Nina Hagen dedicado al club, que resume esa mezcla curiosa entre fútbol y festividad: “Osten und Westen, Unser Berlin” (Este y Oeste, nuestro Berlín).

Entonces las voces de casi 28.500 personas se unen con el coro del colegio Emmy-Noether-Gymnasium, enlazando con el clásico “Guten Abend, Schön Abend”. En los silencios corean “Eisern… Union”, un llamamiento y respuesta como el que se escucha entre las diferentes tribunas durante en los partidos, antes de pasar a un villancico como “Oh Tannenbaum” sin perder el ritmo.
‘La iglesia’, Papá Noel y un adiós por el bosque
El primer organizador, Torsten Eisenbeiser, describió el Weihnachtssingen como “el mayor servicio religioso de Alemania que no se celebra en una iglesia”. Pero allí solo basta con creer en tus vecinos, vengan de donde vengan y piensen lo que piensen. También aparece Papá Noel, para repasar en verso el año futbolístico con gran sentido del humor. Hace dos años dejó unas líneas inolvidables: “El fútbol es para ti y para mí, no para la industria”. Ho! Ho! Ho!

Suena el coro masculino de Mahlsdorf, y llega el momento en el que el speaker del estadio, Christian Arbeit, toca la trompeta junto a su madre, con el clarinete, y su padre, con el trombón, interpretando “Oh come all ye faithful”. Porque, al final, ¿de qué trata todo sino de familia? Cada año, cuando los Unioner se abrazan y se desean “Feliz Navidad” antes de marcharse por el bosque, recuerdan lo que realmente importa, tanto en el fútbol como en la vida.
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