La mediación de Diego Martínez

El 2024 de Boca Juniors se centra por volver a clasificarse para la Copa Libertadores después de perder la final hace unos meses y quedar sin opciones por disputarla esta temporada. Con una nueva cara en el banquillo, la de Diego Martínez, el Xeneize visita el Monumental con muchas dudas en su juego y una relación algo distante con su afición a causa de varios traspiés en este inicio de curso.

Un Superclásico siempre marca el devenir del entreandor en el banquillo, y para Diego Martínez, este partido puede medir lo que será su presente en Boca. Siendo su primero al mando, el entrenador argentino no debe dudar en su once y apostar por los jugadores en mejor forma, ya que una derrota podría afectar su relación con la grada, donde aún no se ha ganado por completo el respeto de la hinchada. No se decarta una defensa de cinco y hay incertidumbre sobre quién acompañará a Miguel Merentiel.

Boca perdió por primera vez ante Lanús la jornada anterior, justo antes del partido que más puede señalar a Diego Martínez. “Es semana importantísima”, dijó Martínez tras derrota ante el Grana. El técniso es consciente de que se juega mucho este próximo domingo contra River.

“Vamos a tener una semana de trabajo larga, que también es importante para nosotros, para recuperar la seguidilla de encuentros y tiempo para poder trabajar. Seguramente, a partir de mañana, lo pensaremos, como lo hacemos siempre, sabiendo lo que es este partido, trabajando esta semana”, comentó el técnico de Boca sobre el cansancio y la exigencia en sus primeras seis jornadas.