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BRASIL

La mafia del juego sacude a Brasil

En los últimos días se ha conocido que varios jugadores de la primera y segunda división del fútbol brasileño han colaborado para que diversas apuestas salgan adelante en sus partidos.

Soccer Football - Brasileiro Championship - Internacional v Athletico Paranaense -  Estadio Beira-Rio, Porto Alegre, Brazil - May 10, 2023 A vendor is seen outside the stadium before the match REUTERS/Diego Vara
DIEGO VARAREUTERS

En las últimas jornadas ha estallado en Brasil un escándalo en el que se encuentran involucrados diversos jugadores de la primera y segunda división del país. Han salido a la luz diferentes conversaciones a través de Whatsapp en las que se indican las acciones que dichos jugadores deberían realizar en partidos concretos para que millonarias apuestas saliesen adelante. La operación policial que ha recibido el nombre de ‘Penalidade Máxima’ no para crecer y salpicar nuevos nombres.

Con el paso de las horas más y más jugadores han aparecido en esta trama de la que se conoce el inicio pero no las cotas que pueda alcanzar. Por el momento, el jugador más importante que ha aparecido relacionado es Bauermann, defensor de Santos y una de las grandes figuras en lo que va campaña. Él fue grabado en una conversación con uno de los apostadores y acordó ver una amarilla en el partido ante Avaí en la jornada 36 del pasado Brasileirao. No fue amonestado y recibió amenazas por parte de la persona que cerró el trato. La ganancia de la apuesta, según esas conversaciones de Whatsapp, era de más de 9.000 euros para el jugador y casi 15.000 para el propio apostador.

En esa misma apuesta estaba involucrado Kevin Lomonaco, futbolista de Bragantino. Él sí que cumplió con su parte acordada con los apostadores y se estima que pudo perder hasta más de 7.000 euros porque la apuesta múltiple no se completó. Otros jugadores que tomaron parte en esta trama son Mauricio (Internacional), Nathan (Gremio), Richard (Cruzeiro), Alef Manga (Coritiba), Víctor Ramos (Chapecoense), Paulo Miranda (ex Juventude), Igor Caius (Sport), Moraes (Atlético Goianiense), Pedrinho (Athletico Paranaense), Nino Paraiba (América Mineiro) y varios más.

La mayoría de clubes han decidido apartar a los jugadores de la actividad hasta que el caso se resuelva o hasta que al menos se investigue si sus figuras estuvieron involucradas en esta trama de manipulación de partidos. Llama la atención el caso de Pedrinho, joven promesa de Paranaense que en esta campaña se había ganado el puesto de titular tras la salida de Abner (fichado por el Betis). Según han informado fuentes cercanas al club el futbolista se encontraba en el hotel de concentración muy afectado y ni siquiera había respondido a las llamadas de sus familiares.

La mayoría de apuestas suponían unas ganancias para los futbolistas de varios miles de euros. El caso más importante que ha salido a la luz afecta a Fernando Neto, jugador de Operario. Fue tentado con 92.000 euros, de los cuales recibiría 7.000 antes del partido si aceptaba ver la tarjeta roja en el partido ante Sport, algo que finalmente no ocurrió.

España como ejemplo

En una entrevista publicada por Globoesporte, Tiago Horta, miembro del Comité de Defensa del Juego Limpio, puso como ejemplo a Alemania y España en la lucha contra esta manipulación: “Alemania y España. No solo en lo que se refiere a la lucha, sino también en cuanto a la prevención del problema. Estos dos países han pasado por situaciones bastante traumáticas aún en la década de 2000, pero desde entonces se han esforzado mucho por consolidar sus sistemas de integridad. Desarrollan trabajos permanentes en el área de educación de atletas, árbitros y dirigentes”.

Por otro lado, Horta se mostró pesimista con esta situación: “Desafortunadamente, todavía tendremos que lidiar con muchos escándalos, algunos de proporciones incluso mayores que el actual, para poder cambiar el escenario en el que nos encontramos”. Además, explica los motivos por los que un futbolista de élite podría aceptar este tipo de acuerdos que pueden estar penados con hasta seis años de prisión: “Pero más allá de esas diferencias salariales, debemos comprender que la realidad de vida de los atletas también es muy diferente. En general, los que estamos fuera no poseemos ningún conocimiento sobre la historia de vida de estas personas o sobre quiénes frecuentan su entorno. De hecho, muchas veces ni los gestores de los clubes, entrenadores o sus propios compañeros poseen este conocimiento”.