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ITALIA

La Juve, de los papeles de Cristiano al miedo: “Es peor que Calciopoli”

La historia del nuevo escándalo sobre los balances que hace temblar a los bianconeri. Trueques, sueldos y una nueva esperanza: Alex Del Piero.

TURIN, ITALY - NOVEMBER 27: Andrea Agnelli during the Juventus Next gen Day at Allianz Stadium on November 27, 2022 in Turin, Italy. (Photo by Daniele Badolato - Juventus FC/Getty Images)
Daniele Badolato - Juventus FCGetty

La Juventus está arrancando una nueva era y hay enormes dudas sobre las consecuencias que causarán los hechos de los últimos años, empezando por el fichaje de Cristiano. Entre lo que costó incorporarle (100 millones) y, sobre todo, su sueldo (que rozaba los 60 millones brutos) los tres años con Ronaldo fueron una de las razones que llevaron a los movimientos de balance sobre los que estuvo trabajando la Fiscalía de Turín. Para los bianconeri vienen curvas.

La investigación Prisma llevará a juicio a toda la exjunta directiva, que presentó sus dimisiones el pasado lunes. Andrea Agnelli, Pavel Nedved, la propia Juventus y diez exdirectivos más (entre ellos, Fabio Paratici, ahora en el Tottenham) serán juzgados por las supuestas plusvalías ficticias (con un valor de 155 millones de euros), las comunicaciones falsas sobre el recorte de sueldos durante la primera ola del covid y las pérdidas declaradas en los balances inferiores a las reales.

La paradoja es que todo esto ocurrió en un bienio en el que los dueños del club inyectaron 700 millones en sus cajas para potenciarlo y hacer frente a la crisis del covid. Y que, entre 2014 y 2017, el balance juventino se había cerrado con beneficios. A partir de entonces, la llegada de Ronaldo y otras grandes operaciones en el mercado de fichajes aumentaron los gastos y las pérdidas de un balance que sufrió, obviamente, también las consecuencias de la pandemia. Según los fiscales de Turín, los bianconeri, entre 2018 y 2020, utilizaron “trueques que no generaron movimientos financieros, con valores establecidos por ambas partes de manera arbitraria y con el objetivo de satisfacer las necesidades del balance”. Los fiscales consideraron estas operaciones “ficticias”, aunque los procedimientos deportivos y la justicia ordinaria sobre este tema siempre pararon por la imposibilidad de establecer un valor objetivo para un futbolista.

La Fiscalía, sin embargo, ha grabado conversaciones con las que demostraría “plusvalías ficticias por 155 millones de euros”. Entre las operaciones bajo la lupa, hay también las que se llevaron a cabo con el Barça: el intercambio entre Pjanic (60 millones) y Arthur (72 millones), y entre Matheus Pereira (7,8 millones) y Alejandro Marques (8,2 millones). El juez de instrucción de Turín, según la prensa italiana, ve posible una buena fe de la Juve en este asunto. Hay otro, en cambio, donde las conductas de sus directivos serían “sin duda ilícitas”.

La acusación que más preocupa es la que nace del recorte de sueldos acordado en la primavera de 2020. La Juventus anunció una rebaja salarial de 90 millones de euros brutos, que correspondía a los pagos de marzo, abril, mayo y junio. Los fiscales sostienen que los futbolistas “solo renunciaron a un mes de sueldo en lugar de cuatro”, y que los tres que quedaban fueron aplazados para los balances siguientes. La Juventus, que había anunciado en un comunicado esta posibilidad, hizo un movimiento parecido también entre marzo y junio de 2021. Para los fiscales y la Consob, la comisión del Estado italiano que vigila sobre las sociedades que cotizan en la Bolsa, los acuerdos privados cerrados con los futbolistas para aplazar sus sueldos representaban una deuda que no fue comunicada en el balance.

La fiscalía (que había pedido arrestos domiciliarios para Andrea Agnelli, medida rechazada por el juez de instrucción) acusa a la Juve de comunicaciones corporativas falsas, manipulación del mercado, declaraciones fraudulentas con facturas de operaciones inexistentes y obstrucción a las autoridades de supervisión. Una situación que habría empeorado en el último mes ya que, según ‘La Gazzetta dello Sport’, han salido a la luz más deudas que no figuran en el balance. Se trataría de decenas de millones relativos a operaciones en el mercado de fichajes y también 19,5 millones de euros brutos para Cristiano Ronaldo, certificados en una “carta secreta” que nunca se encontró, pero que los fiscales afirman haber reconstruido.

La Juve habría cerrado un acuerdo con su exdelantero, comprometiéndose a devolverle los sueldos a los que había renunciado, independientemente de su permanencia en el equipo. Sobre este acuerdo, se hizo famosa una frase de una escucha telefónica desvelada por ‘La Stampa’, pronunciada por el abogado Cesare Gabasio, jefe legal de la Juventus, al director deportivo Federico Cherubini: “La carta secreta de Ronaldo no debe salir: si pasa, nos saltan a la garganta”.

En estos días, varios medios italianos (entre ellos, ‘La Repubblica’) publicaron también las frases de Stefano Bertola. El 23 de julio de 2021, 10 días después de que la Consob empezó a inspeccionar los balances bianconeri, una conversación del que, por aquel entonces, era el jefe financiero del club, fue intervenida por la Guardia di Finanza: “No recuerdo una situación tan fea. Solo diré un nombre: Calciopoli. Es más, esto es peor. Durante Calciopoli teníamos a todos en contra, aquí el lío lo creamos nosotros”.

Nombrar a Calciopoli, el escándalo ‘Moggigate’ que llevó a la Juve al infierno de la Serie B, hace temblar a los tifosi, aunque otro castigo de este tipo parece improbable. Un nuevo descenso solo sería un riesgo si se demostrara que las falsas comunicaciones sobre la situación económica del club fueron decisivas para la inscripción al campeonato. “En este caso, las sanciones de la justicia deportiva serían muy duras”, explicó en ‘Il Messaggero’ el abogado Mattia Grassani, experto de derecho deportivo, “y no descartaría el descenso o un scudetto revocado”.

La Juve, ante la tormenta, se está transformando. John Elkann, consejero delegado de Exor (nieto de Gianni Agnelli, que le designó como su heredero cuando apenas tenía 22 años), tras las dimisiones de su primo Andrea Agnelli y de toda la junta directiva, eligió a dos hombres de su confianza, Gianluca Ferrero y Maurizio Scanavino, como presidente y director general del club. Dos figuras técnicas ante un 2023 que depara desafíos legales importantes como (o más que) los del campo, donde seguirán mandando el técnico Allegri y el director deportivo Cherubini. La entidad publicó un comunicado en el que afirma que “las objeciones de la fiscalía no parecen fundadas” y, ante la ausencia de las alteraciones contables, el club “confía en que las conclusiones de las autoridades deportivas, que respecto al tema plusvalías ya se expresaron favorablemente a Juventus, no cambien”, porque cualquier sanción deportiva “carecería de fundamento”.

Mientras anteayer la UEFA anunciaba una investigación formal por posibles infracciones de las normas de Licencias de Clubes y Juego Limpio Financiero, los tifosi empezaron a pedirle ayuda a una de sus leyendas: Alessandro Del Piero. Tras una década lejos de su casa, el exdelantero podría tener un sitio en la nueva junta directiva, que se formará en enero. Según ‘La Gazzetta dello Sport’, Ferrero ya le habría ofrecido el papel de vicepresidente.

Alex, en sus redes sociales, publicó un mensaje con el que afirmó no querer comentar los últimos rumores, aunque dejó una frase que aumentó la ilusión sobre su retorno: “Es el momento de ser todavía más juventini”. El regreso de Pinturicchio sería una buena manera para entrar en un 2023 en el que la familia Agnelli iba a celebrar sus 100 años al mando de la Juventus, un récord único en el deporte mundial. Pero antes de la fiesta, tocará defenderse. Una vez más.