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ITALIA

La fiscalía de Nápoles pide seis meses para investigar sobre Osimhen

Los fiscales investigan sobre un posible caso de plusvalías ficticias en el club azzurro, que en 2020 cerró la llegada del nigeriano con el Lille a cambio de 50M€, Karnezis y tres jóvenes.

Victor Osimhen of SSC Napoli looks on during the Serie A match between US Salernitana and SSC Napoli at Stadio Arechi, Salerno, Italy on 21 January 2023.  (Photo by Giuseppe Maffia/NurPhoto via Getty Images)
NurPhotoGetty

El tema plusvalías sigue siendo noticia en el fútbol italiano. Tras el castigo a la Juventus, que, según los fiscales de la FIGC creó “un sistema” para modificar los valores de los jugadores respondiendo a las necesidades de su balance, en estas horas se vuelve a analizar el traspaso de Víctor Osimhen del Lille al Nápoles en 2020. El presidente Aurelio De Laurentiis y varios directivos azzurri fueron investigados por fraude contable por la fiscalía de Nápoles y el caso también llegó a la fiscalía de la FIGC y a dos juicios deportivos, ambos con absolución. La explosión del caso Juventus, que reabrió el juicio deportivo gracias al trabajo de la Fiscalía de Turín, abre nuevos escenarios para el fútbol italiano.

Los fiscales de Nápoles, como informó ‘Il Mattino’ esta mañana, pidieron seis meses más para investigar sobre la operación que llevó bajo el Vesubio al nigeriano. El Nápoles desembolsó 52 millones de euros más los traspasos del portero Karnezis y los jóvenes de la Primavera Luigi Liguori, Claudio Manzi y Ciro Palmieri, que nunca llegaron a vestir la camiseta de los franceses, valorados en total 21,3 millones de euros.

La fiscalía levantó sospechas sobre el precio de los jóvenes, pero se mantuvieron las dificultades para establecer de manera objetiva el valor de un futbolista. En el caso de la Juventus, las conversaciones intervenidas desvelaron el “sistema” utilizado para decenas de operaciones que la Corte Federal de Apelación quiso castigar. La fiscalía de la FIGC, entonces, pedirá el expediente de la investigación a la de Nápoles en el que, de momento, no habría escuchas telefónicas.