La Champions del PSG, clave en la decisión de Mbappé

Por tercera vez consecutiva, Kylian Mbappé se ausentó de la rueda de prensa de la selección francesa en la previa del partido contra Países Bajos en Ámsterdam. Aunque no tuviera la obligación de hacerlo, el capitán saliente, Hugo Lloris, retirado de Les Bleus desde el Mundial de Qatar, siempre comparecía ante los medios de comunicación en la antesala de cualquier encuentro. La razón, según su entorno, radica en las muchas preguntas que se le iban a hacer sobre su futuro en un contexto en el que únicamente importa el interés colectivo de la subcampeona del mundo y no cuestiones sobre el PSG o, según apunta L’Équipe, incluso de su opinión sobre el conflicto entre Israel y Hamás.

La última aparición pública del crack de Bondy se remonta al 15 de junio, en Faro, Portugal, antes del Gibraltar-Francia. En aquel entonces, Mbappé había enviado una carta al PSG días antes en la que les notificó su negativa de renovar su contrato, que expira en junio de 2024. El conjunto parisino, semanas después, le descartaba de la gira por Japón y le daba un ultimátum: si no renovaba, no volvería a jugar en París y la única solución era venderle.

Mbappé, pese a todos los esfuerzos de Al Khelaïfi, se mantuvo firme y no renovó, más bien no ejecutó una cláusula unilateral que expiró el 31 de julio para ampliar su vinculación al PSG hasta 2025, llegando a un ‘acuerdo de caballeros’ con el club en el que, según L’Équipe, perdonó una gran cantidad de dinero en primas para ser reincorporado a los entrenamientos. Una conversación, el 12 de agosto en el Parque de los Príncipes, con el presidente del PSG, cambió todo. En París salieron eufóricos de dicho encuentro, llegando a filtrar que iba a renovar, pero el futbolista, que de momento se mantiene firme en su idea de quedar libre el próximo año, lo único que hizo fue perdonar dinero en distintas primas y variables que condicionaban el plan económico del equipo de la capital francesa.

El futuro de Mbappé ha quedado apartado a un segundo plano y en Francia prácticamente no se habla de negociaciones entre el delantero y el PSG, que se mantiene, según L’Équipe, sereno y tranquilo y confía en que a lo largo de la temporada pueda, como en 2021, persuadirle de que estampe la firma de renovación. El exjugador del Mónaco está centrado únicamente en lo que pasa en el terreno de juego, sin comparecencias públicas que puedan enturbiar su rendimiento y en las que únicamente se hable de su futuro en París.

El PSG confía en convencerle

Las negociaciones por la renovación de Mbappé, no obstante, no entrarán en su fase final hasta que no termine la Champions League del PSG. La Copa de Europa, la obsesión del PSG desde que Qatar entró como inversor mayoritario, en 2011, puede jugar un papel decisivo en la decisión final del talento de Bondy. El PSG está tranquilo, ha retomado la relación, inexistente en verano, con el entorno del jugador y espera que un buen rendimiento en la máxima competición continental decante la balanza a su favor.

“La relación con sus dirigentes se ha calmado considerablemente, y ambas partes se han mostrado mucho más pacientes desde que se alcanzó el acuerdo financiero, basado en la idea de que nadie salga perdiendo, para permitir al delantero volver a los terrenos de juego a principios de agosto. El PSG sigue esperando convencer a su jugador para que prolongue su contrato, que expira en junio, en las mismas condiciones económicas. Pero nadie en el club espera una decisión antes del final de la Champions. El PSG confía en que, decida lo que decida Mbappé, lo hará sin problemas. Evidentemente, no fue así este verano, cuando la posibilidad de un traspaso gratuito asustó a los contables del club”, subraya el diario L’Équipe.

La actual sequía goleadora que atraviesa el capitán de la selección francesa, sin gol en los últimos cuatro partidos, se debe, entre otras cosas, a la poca preparación física que tuvo en verano. El PSG le tuvo apartado prácticamente hasta la segunda jornada de la Ligue 1 y, aunque sus números siguen siendo incontestables, 8 goles en 9 partidos, el calendario ha menguado claramente su regularidad en el terreno de juego. Tanto Deschamps, seleccionador francés, como Luis Enrique, su entrenador, han contemporizado con la mala racha y han reiterado que su rendimiento sigue siendo impecable en todos los sentidos.

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