COPA ASIA (1/8) | BAHRÉIN 1-JAPÓN 3
Kubo relanza a Japón... pese a Suzuki
Gran partido de los japoneses que van de menos a más en la Copa de Asia. Doan, Ueda y el jugador de la Real Sociedad hicieron los goles. La nota negativa: la mala actuación del exótico portero Suzuki.
Por fin Take Kubo. El mejor partido de toda la Copa de Asia del jugador de la Real Sociedad coincidió con el mejor partido de Japón en el torneo. Los japoneses sufrieron más de lo esperado, por lo visto en el campo, para vencer a Bahréin, pero ya esperan rival entre Iran y Siria en cuartos de final. Japón se agarró a Kubo y al olfato goleador de Ueda. ¿quién si no? El del Feyenoord lleva cuatro goles en esta Copa de Asia. Su sociedad con Kubo es el futuro de la Japón de Moriyasu.
Kubo y Ueda son la cara de una de las favoritas al título. La cruz es el portero Zion Suzuki, que en otro fallo inaudito para este nivel profesional, dio alas a la selección de Bahréin, dirigida con buenos mimbres por Juan Antonio Pizzi. Un error del portero del St. Truiden belga desató la locura en las gradas entre los seguidores de Bahréin que vieron cerca la hazaña ante Japón. Pero los de Kubo, líder natural del equipo, demostraron que van de menos a más en el torneo.
El de la Real Sociedad se cocinó el solito el 0-2. Antes Doan había llevado en ventaja a Japón al descanso. El atacante del Friburgo aparece en los momentos importantes, ya fue verdugo de España en el pasado Mundial, y rentabilizó su oportunismo cazando un balón suelto en el área tras chutazo de Kubo al palo. Volviendo a Kubo, el número 20 de Japón hizo todo bien en su gol, el que parecía sentenciar el choque. Robó en campo contrario, abrió a un compañero y luego tuvo la suerte de que el balón rechazado le cayera a los pies para, y con habilidad, perforar la red visitante. El VAR certificó que el balón le llegó de un contrario y que el primer gol de Kubo en esta Copa de Asia era válido. Premiazo al gran trabajo de Kubo durante todo el partido.
Japón demostró una vez más grandes virtudes, pero también debilidades en los balones aéreos y en la portería. La inseguridad de Suzuki es un problema. Ueda anotó su cuarto gol en el torneo en una gran jugada individual para el éxtasis y la tranquilidad de la parroquía japonesa. El olfato goleador de Ueda y el talento natural de Kubo son las mejores armas de destrucción masiva de esta Japón que va muy en serio.