Klopp, tributo y recital
El Liverpool eliminó cómodamente al Norwich para avanzar en la FA Cup, un duelo copero que sirvió para que Anfield brindase por su entrenador durante las nueve últimas campañas.
Inevitablemente, Klopp acaparó el protagonismo cuando el Liverpool recibió al Norwich en la cuarta ronda de la FA Cup. Dos días después de que el alemán anunciase su marcha a final de temporada, Anfield empezó a despedirse del hombre con el que los reds lo ganaron todo. Todo. También ganaron su partido del domingo, con un equipo de segunda como invitado. Klopp y Wagner se fundieron en un abrazo antes de sentarse en sus respectivos banquillos. Un invitado especial, Wagner, fue el padrino en la boda de Klopp. Pero ahí terminó la simpatía. Cuando rodó el partido, el Liverpool dominó a su antojo.
Apenas se había rebasado el primer cuarto de hora cuando Jones conectó con un balón colgado al área por McConnell. Una carta de presentación excelente para el jugador de 19 años, que debutó como titular con el primer equipo. El Norwich, noveno en la segunda división, fue un muñeco roto en manos del líder de la Premier League. Sin embargo, seis minutos después de que los locales abriesen el marcador, los visitantes lo equilibraron. En una acción aislada. Gibbons ganó en el salto tras un saque de esquina, contactando con la pelota y enviándola a la red con su hombro. Más que un susto fue una anécdota. Seis minutos más tarde Núñez restableció la ventaja del Liverpool, que se dio un homenaje en la segunda mitad.
Banderas, cánticos, primeros planos. Las miradas seguían puestas en Klopp, que movió el banquillo tras la reanudación. Después de que Jota anotó el tercero en el minuto 53 con una media volea precisa. Imparable. Se sucedieron las ovaciones. La entrada de hombres como Robertson o Van Dijk abrió la ventana a la nostalgia. Recuerdos de fichajes y éxitos pasados bajo la tutela de uno de los mejores entrenadores en la historia del Liverpool. También continuaron los goles, como el del propio Van Dijk después de un córner botado por Szoboszlai cuando recién se superaba la hora de juego.
Sainz se unió también a la fiesta. Aunque quizá no tocaba. Al vizcaíno le anularon un tanto por fuera de juego en el minuto 68. A lo que el propio Sainz respondió segundos más tarde con un disparo lejano y ajustado para recortar la diferencia en el marcado. Aunque no para amargar la tarde a un Klopp que tuvo otra mala noticia a falta de un cuarto de hora, la lesión de McConnell, que tuvo que ser sustituido por Díaz. El adolescente se llevó el cariño de Klopp, y Klopp recibió el de Anfield. Gravenberch completó el tributo a su entrenador con el quinto gol del partido. Una manita para meterse en la quinta ronda, donde se medirán al ganador del Watford – Southampton.