Kevin Vidaña: “El que no ve fútbol sudamericano no ve fútbol”
El entrenador español acaba de firmar por el San Lorenzo, de Bolivia. Un trotamundos del deporte rey que ha pasado ya por seis países diferentes.
Kevin Vidaña (Almería, 1991) es un entrenador español que acaba de firmar por el San Lorenzo, de Bolivia. Un trotamundos del deporte rey que ha pasado ya por seis países diferentes a pesar de su corta edad. Además de Bolivia, ya ha entrenado en España, China, Chile, Ecuador y Venezuela.
—Ya va por su quinto país en seis años, en esta ocasión Bolivia...
—He firmado por el San Lorenzo de la segunda división de Bolivia. No tenemos un presupuesto muy alto, pero estamos fichando bien. Me acompaña mi cuerpo técnico y estoy muy contento por ello. Es un proyecto nuevo. El equipo está en la ciudad de Trinidad. En febrero se va a construir un complejo turístico y el objetivo es desarrollar jóvenes jugadores y llegar lo más lejos posible. Firmo por un año y después veremos.
—¿Cómo le llega la oferta?
—La oferta surge hablando con Gianluca Arnuzzo, dueño del club, un profesional del fútbol con dilatada experiencia que trabaja muy bien y conoce a la perfección el mercado futbolístico. Él me propuso a su socio Daniel Guerra, también profesional del fútbol con mucho conocimiento y bagaje.
—¿Cuáles son las características de sus equipos?
—Mi objetivo es llevar la idea que he tenido en cada país en el que he entrenado. En conceptos generales es disposición de balón, presión tras pérdida, presión alta y salida con el balón desde atrás. Cuidar la pelota... en fin, un poco la idea de juego española. Yo siempre he intentado rodearme de jugadores de mi estilo.
—¿Siente que el entrenador español sigue estando muy cotizado?
—Sin ninguna duda. En China sobre todo, se tiene mucha consideración al entrenador español a raíz del Mundial de 2010. Y en el resto del mundo esa etiqueta se ha mantenido. A día de hoy los mejores entrenadores del mundo son españoles Míchel, Xabi Alonso, Arteta, Guardiola, Emery... El entrenador español tiene esa etiqueta a raíz de como jugaba y juega la Selección española. Al final se resume en tener una idea de juego protagonista. Aunque a veces se confunde este término. Se le suele asociar al Barça, pero también el Real Madrid la tiene. El Real Madrid que ganó varias Champions tiene más fútbol que cualquiera. Es una idea propositiva y es la que intento traer a Sudamérica.
—Hábleme del fútbol en Sudamérica.
—El fútbol sudamericano se tiende a menospreciar. Hay desconocimiento desde Europa, no se ve y el fútbol sudamericano es espectacular. Las hinchadas son fanáticas y mueven mucho. El fútbol se ha globalizado y en Sudamérica cada vez se entrena mejor. Lillo decía “si les cambiamos las camisetas a los jugadores de Camerún y Brasil no sabremos diferenciar quién es quién”. El futbolista sudamericano no dista tanto del europeo. Todo se ha uniformado y en Sudamérica te encuentras entrenadores más formados y equipos con propuestas muy interesantes, como por ejemplo la de Independiente del Valle en Ecuador o el mismo Fluminense. Antes era impensable encontrarte por aquí a equipos que trataran bien a la pelota.
—¿Cuáles son las diferencias entre el fútbol sudamericano y el europeo?
—Sin duda el dinero y el sistema de Liga. En Europa está todo más organizado, sin embargo en Sudamérica, al no haber tanto dinero no hay tantos recursos. Se desaprovecha mucho talento, eso no pasa en Europa. Si en España sale Messi, se le saca partido, porque hay una estructura tan grande de competiciones que no lo permite. En cualquier pueblo hay una Liga. Sin embargo, en Sudamérica, al no haber esa estructura a lo mejor nace alguien sin recursos y con un talento sobrenatural y no se aprovecha. Sudamérica es una mina de oro de talento futbolístico. Sampaoli decía que el nivel de Sudamérica es mayor, pero Europa se lleva a los mejores y eso le debilita. El fútbol sudamericano ha crecido mucho y sigue creciendo. Hace poco leí una frase buenísima que decía “quien no ve fútbol sudamericano, no ve fútbol”. La gente lo vive con mucha pasión, es casi de vida o muerte.
—En Chile entrenó al Provincial Ranco, de Tercera, en el año 2021, ¿cómo le fue?
—Chile es el país que más se parece a Europa. Todo muy profesionalizado con buenos árbitros. Conseguimos el mejor puesto de la historia del club y nos clasificamos para la Copa chilena.
—Luego estuvo en Ecuador.
—En Ecuador viví muy bien, hay buena economía. Allí entrené al Halley-Divino Niño, de Segunda. No me importaría volver allí. Ahora ha salido todo el tema de las mafias. El equipo de Fito, el líder de los choneros que ha generado la guerra civil, se llama Fijalan fútbol club, es el que nos eliminó del ascenso en Ecuador en un partido con decisiones arbitrales más que dudosas. Es el mayor criminal que hay en Ecuador.
—Y su última aventura fue en Venezuela.
—En Venezuela entrené al Atlético la Cruz, de Segunda. Allí el deporte principal es el béisbol, pero ahora está creciendo la afición por el fútbol por la buena situación de la selección. En estos países no he vivido en primera persona los amaños, pero por la situación de su fútbol, allí es más propenso a que se produzca sobre todo por la necesidad que hay. En Venezuela sufrimos impagos, pero los contratos se cumplen porque van por FIFA. Los árbitros estuvieron cuatro meses sin cobrar. Luego está el tema de la seguridad, aunque yo estuve bien protegido. El dueño de mi club era el presidente de una organización política. Nosotros a los partidos íbamos escoltados. En Venezuela esto es lo normal.
—¿En Venezuela pasó miedo o tuvo alguna experiencia peligrosa?
—Yo directamente no, pero en pretemporada al equipo vecino, el Bolívar, le tirotearon volviendo de un partido. Allí desaconsejan viajar de noche. Les pararon en mitad de la carretera y les dispararon. Nosotros evitábamos viajar por la noche. Las carreteras están controladas por bandas. Hay mucha pobreza.
—¿Ha tenido más ofertas de otros equipos en Sudamérica? ¿Y otras?
—He tenido acercamientos más que ofertas. Al final no se concretaron. Estuve a punto de firmar por el Guangzhou Evergrande Sub-19 (China), pero al final se cayó. Estuve cerca de un equipo de Segunda de Colombia, de otro de Perú. Me gustaría seguir conociendo otras culturas. Yo he ido firmando donde se me han abierto oportunidades. Mi objetivo es llegar a entrenar en primera división de algún país.
—Volviendo atrás, en China estuvo tres años, fue su primera experiencia fuera de España.
—Sí, allí estuve incluso durante el inicio del COVID-19. China invirtió mucho dinero y el objetivo era ser campeones del mundo en 2030, según el presidente chino, pero no lo están consiguiendo. Gastaron mucho dinero en traer a grandes estrellas.
—¿Qué tal le fue allí?
En China entrené al Guizhou Fengyun y lo compaginaba con ser profesor de fútbol de niños. El fútbol era y es asignatura obligatoria en China. De momento no se aprovecha mucho. Antes del COVID-19 la burbuja explotó y ahora no hay tanta oferta. Mi club tenía un proyecto de una ciudad deportiva de 58 millones de euros, pero con la pandemia se desmanteló todo.