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Son: “Jugaría sin la máscara, pero mis padres...”

Heung-min Son sufrió una fractura alrededor de su ojo izquierdo antes del Mundial de Qatar. Declaró en el ‘Evening Standard’ que, a veces, no puede ver el balón “debido a la máscara”.

Heung-min Son, jugador del Tottenham, lanza su máscara tras marcar un gol.
DAVID KLEINREUTERS

Para el Tottenham, el 0-4 anotado por Heung-in Son ante el Crystal Palace no fue más que el tanto que cerraría la goleada Spur en Selhurst Park. El de la absoluta y total tranquilidad. En cambio, para el atacante surcoreano, el del minuto 73 sí que fue más que un gol. El zurdazo con el que batió a Vicente Guaita en el interior del área fue una liberación. “Obviamente, fue como quitarme un peso de encima”, ha reconocido el propio Heung-min Son. Y si no, que le pregunten a su máscara. Casi sin tiempo para celebrar el tanto con sus compañeros, el surcoreano se quitó y lanzó con rabia la máscara al aire. La misma que le acompaña desde el Mundial de Qatar 2022, días después de someterse a una cirugía para estabilizar la fractura sufrida alrededor de su ojo izquierdo en el encuentro de Champions League ante el Olympique de Marsella.

En los últimos meses, al ‘7′ del Tottenham se le ha unido la mala racha de cara a portería con la ‘obligación’ de llevar dicha máscara, que le protege la zona de la cara en la que sufrió el impacto. Obligación, entre comillas, porque si por el fuera no la llevaría. En una entrevista concedida al medio Evening Standard, el surcoreano reconoce que su visión “sigue siendo buena, pero cuando el balón viene hacia mí, a veces es molesto, porque no puedo ver el balón debido a la máscara. En realidad no me molesta, pero no es lo mejor”.

“Ya veremos”, responde Heung-min Son cuando le preguntan por el tiempo que le resta con ella, pero lo cierto es que su relación con la máscara está siendo parecida a la que tiene con el gol durante la presente campaña: nula. En la 2022/2023, el que fuera Bota de Oro de la Premier League 2021/2022 (empatado a 23 goles con Mohamed Salah), apenas suma seis goles (y dos asistencias) en 22 partidos. La máscara no es la culpable de su escaso acierto de cara a puntería, pero el surcoreano admite que, en su penúltimo encuentro de Premier League disputado hasta la fecha contra el Aston Villa, se sintió “frustrado”. Este afirma que recibió “el balón y de repente lo perdí, porque no podía verlo. Estaba enfadado”.

De ahí su aireada celebración cuando marcó ante el Crystal Palace. Por la máscara, sí, y porque no lo hacía desde el pasado mes de octubre. El surcoreano acumulaba ocho encuentros consecutivos con el cuadro londinense sin ver portería. Pero es que con su selección nacional, Corea del Sur, se marchó del Mundial de Qatar 2022 sin marcar ni un solo tanto. Es decir, 12 partidos. Una racha que empeora si buscamos el último gol de Heung-min Son en la Premier League. Sus últimas anotaciones con el Tottenham llegaron en la fase de grupos de la Champions League, ante el Eintracht de Frankfurt –marcó un doblete–, pero es que, contando solo los partidos de la competición liguera, el ‘7′ de los Spurs no veía portería desde el hat-trick que convirtió contra el Leicester... ¡el 17 de septiembre!

Lo curioso de la historia que cuenta Heung-min Son en el Evening Standard sobre su máscara es que mucha culpa de que siga utilizándola, a pesar de que no termine de sentirse cómoda con ella, la tienen sus allegados: “Si estoy solo, obviamente, jugaría sin la máscara, pero mis padres, mi familia, mis amigos que me ven en Corea del Sur, están preocupados. Es un riesgo si alguien vuelve a golpearme”. El surcoreano, a sus 30 años, confiesa que sus padres no le han obligado a llevarla, pero sí cuenta que “estábamos cenando (después del partido contra el Aston Villa) y me dijeron: ‘¿Qué ha pasado con la máscara?’”.

Los familaires de Heung-min “están preocupados” por un estado de salud, y él antepondrá el bienestar de los suyos a su comodidad sobre el terreno de juego. Más ahora si ha demostrado que es capaz de batir a los porteros rivales incluso llevando la máscara puesta. “Los fisios y los médicos dijeron después del partido contra el Aston Villa: ‘Es tu decisión, pero te recomendamos que sigas llevando la máscara’. El riesgo sigue siendo alto, ya que sólo han pasado siete semanas desde la operación”, concluye el atacante Spur. Un jugador que tratará de complacer tanto a sus familiares, por su salud, como a los aficionados del Tottenham, por su rendimiento: “Lo sentí un poco por el equipo, por mis compañeros, por los aficionados... Las expectativas son obviamente más altas de lo que he estado haciendo”.