AMISTOSO | CHELSEA 4-BRIGHTON 3
Jackson es un cañón
Salió al campo en el minuto 63 y le dio tiempo a repartir dos asistencias y marcar un golazo en la victoria del Chelsea de Pochettino ante el Brighton. El senegalés rellena el agujero en la delantera de los blues.
Nicolas Jackson ha caído de pie en el Chelsea. El senegalés se ha marcado un soberbio partido en Philadelphia en la gira de los blues por tierras norteamericanas. Su verdugo ha sido el Brighton, la revelación de la Premier la campaña pasada, que sigue jugando al fútbol a las mil maravillas. El remozado Chelsea de Mauricio Pochettino ya puede dejar de buscar delantero en el mercado. Jackson está aquí y está para quedarse.
Jackson, que salió al campo en la batería de cambios en la segunda mitad, se marcó 27 minutos para enmarcar. Partidazo el suyo con un espectacular gol aprovechando una de sus virtudes, la velocidad a la espalda de los defensores. No fue la única delicatessen del exdelantero del Villarreal durante el amistoso. Su movilidad encaja a las mil maravillas con el ejercito de medias puntas y trescuartistas que tiene el equipo de Londres. Se supo asociar y jugar de espaldas para la llegada con peligro de sus compañeros desde segunda línea. Así dio su primera asistencia a Mudryk (2-1) a los dos minutos de saltar al césped e hizo lo mismo para que Conor Gallagher anotara un valioso tanto. Mención aparte tiene la diana del extremo ucraniano, la primera con la camiseta del Chelsea. Mudryk parece que está aprovechando estos encuentros para recuperar las sensaciones por las que valió 100M€.
Pero el hombre del partido del partido fue Jackson. El senegalés puso la guinda aprovechando una gran asistencia de Cucurella. Era el 4-1 para los de Londres. Luego el Brighton maquilló el resultado final. Jackson fue designado al finalizar el encuentro como Man on The Match por su gran desempeño. Sin duda el mejor sobre el terreno de juego del Lincoln Financial Field. Jackson, a sus 22 años, si sigue por esa línea es un filón con el que Chelsea se frota las manos. ¡Por fin! Tapa el gran agujero que tenía la delantera de los de Stamford Brigde. Un cañón.