Toda Italia esperaba con ilusión el estreno como titular en el Inter de Pio Esposito, y con razón. El delantero de 19 años venía de una temporada excepcional con el Spezia, en la Serie B, donde anotó 19 goles en 40 partidos. Una leve lesión le impidió disputar la Eurocopa sub-21 con Italia (no habría podido jugar toda la fase de grupos y, de hecho, se perdió también el partido contra el Monterrey), selección con la que suma siete goles en 11 apariciones, pero le abrió las puertas del Mundial de Clubes. Y su primera noche en el once de inicio interista fue de ensueño: golazo al River y clasificación a octavos.

Nacido en 2005 en Castellammare di Stabia, cerca de Nápoles (pueblo también de Donnarumma y Quagliarella), Esposito proviene de una familia de futbolistas. Su padre, Agostino, fue segundo entrenador de la Juve Stabia; su hermano Salvatore (2000), mediocampista, juega en el Spezia; y su otro hermano, Sebastiano (2002), también delantero y también del Inter, fue convocado al Mundial tras una gran temporada cedido en el Empoli. Los tres crecieron en la cantera interista. Mientras que Sebastiano es un segundo punta hábil y veloz, Pio es un delantero centro clásico. Mide 1,91 metros, es especialista en el juego aéreo (en Italia lo han comparado con Lewandowski), tiene buena técnica y un gran olfato goleador, como demostró ante los argentinos.

Elogios de Chivu

Chivu, que lo dirigió en la cantera nerazzurra, lo conoce “desde que era más bajito” que él y ahora le “saca dos cabezas, y no solo en altura”. Pide paciencia: “Intentemos no cometer con él los errores que hemos cometido con otros. Tiene un gran margen de mejora, sé que es consciente de ello, pero hay que seguir trabajando”.

El técnico elogió al delantero y reveló que estuvo a punto de alinear a los dos hermanos juntos: “Se piensa que solo es bueno dentro del área, pero no es así: es bueno en todas partes, aguanta el duelo en cualquier zona del campo. Felicitaciones a la familia, que ha criado a tres chicos de gran nivel. Incluso había pensado en hacerle jugar junto a Sebastiano; les pregunté si lo habían hecho alguna vez y me dijeron que no, así que lo consideré, pero Pio estaba demasiado cansado. Ya habrá otra ocasión”.

Mientras todos esperaban a Mastantuono, Pio robó la escena con un partido espectacular, luchando y moviendo el balón, respondiendo con fuerza a la garra del River. “Puedo decir que ha sido el día más emocionante de mi vida”, dijo el italiano tras la victoria. “He soñado cómo podría ser mi primer gol con el Inter y sabía que la ocasión habría llegado en un equipo con tantos campeones”.

Entusiasmo

El Inter se frota las manos. En las últimas semanas, varios equipos llamaron a su puerta por Pio. Su agente, Mario Giuffredi (que representa a los tres hermanos), reveló que entre ellos estuvo también el Nápoles: “Tengo una gran relación con el Inter, es un club muy serio. Hemos renovado el contrato hasta 2030. El Nápoles está interesado, pero hay ciertas decisiones que debo compartir con el Inter, que será quien decida qué hacer con Pio. Siempre ha sido un jugador muy apreciado por el presidente De Laurentiis”.

Los nerazzurri no piensan venderle, pero sí valoran un año de cesión en la Serie A (Fiorentina y Bolonia lo siguen). Mientras, hoy La Gazzetta dello Sport escribió que, con él en lugar de Taremi, el Inter tendría 21 scudetti y no 20. Los tifosi lo tienen claro: Pio no se toca y debe seguir en Milán.

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