Iniesta, despedida al Emperador

Andrés Iniesta vivió la despedida soñada. El Vissel Kobe agasajó como un emperador a Iniesta. Los hinchas del club japonés no pararon de corear el nombre el campeón español duante todo el partido, incluso sin el ex azulgrana sobre el terreno de juego. Lo hicieron desde el primer día que se enfundó la camiseta del Vissel Kobe y lo han hecho hoy en su último partido como jugador del equipo. Un adiós a la altura de la categoría del futbolista de Fuentealbilla. Iniesta llegó a Japón en 2018 como si fuera una estrella del rock and roll, tras ganar todo lo posible con el Barcellona y tocar la gloria con ese gol histórico en Johannesburgo con España. 134 partidos y 26 goles es el legado que deja Iniesta en el Vissel Kobe. Quizá también en Japón, aunque eso está por ver ya que el español, a 39 años, aún quiere seguir dando patadas al balón.

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El partido ante el Consadole Sapporo era lo menos (1-1). El Noevir Stadium se volcó con el último partido de Iniesta. Las emociones estaban a flor de piel desde el primer minuto. Iniesta saltó al campo arropado por sus hijos. Todos vestían el icónico número 8 de Iniesta. No podía faltar la primogénita más pequeña que salío en brazos de Iniesta. Un espectacular tifo con la figura de Iniesta deslumbraba en las gradas del estadio. Había lleno absoluto. 30.000 personas para ver la última masterclass de Iniesta en el Vissel Kobe.

Todos querían que el español se despidiera por todo lo alto con algún gol. El capitán y sus compañeros lo intentaron de todas las maneras posibles, pero no hubo final feliz. Cuando el ‘8′ tocaba la pelota el run run en las gradas se convertía en un clamor, que continuó hasta el minuto 57 cuando Iniesta era sustituido. El estadio se caía para decir adiós por última vez a Iniesta. El español se marchó con todo el estadio en pie, aplaudiendo a la leyenda. Iniesta se fue caminando, saludando a todos sus compañeros y rivales que se cruzaban a su paso. Iniesta siempre, un ejemplo en el que mirarse. El crack español hizo un reverencia final al salir del terreno de juego.

Emoción desbordada y gran fiesta

Luego cuando se sonó el pitido final, comenzó la gran fiesta de Iniesta. Un acalorado adiós en el que se pudo ver a un Iniesta muy emocionado. Recibió todo tipo de regalos. ¡¡¡Hasta una espada samurai!!! “Nos llevamos como recuerdo precioso el cariño y el respecto que nos mostraron desde el primer día en que llegamos aquí. Siento que he crecido como jugador y como persona desde que llegué aquí. Siempre he intentado dar el máximo dentro y fuera del campo. Espero que todos sintáis el mismo orgullo que yo he sentido por este equipo. Quiero retirarme jugando en el campo y estoy listo para dar el siguiente paso”. Su familia fue recibida también en el centro del campo por todo los aficionados del Vissel Kobe que rindieron a Iniesta el homenaje que se merece por su desempeño en el club nipón. Hay Iniesta para rato. Siempre Iniesta.