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FÚTBOL | INDONESIA

Primeras sanciones en Indonesia: 10 policías apartados de sus cargos y dos responsables del club Arema suspendidos de por vida

El Gobierno del país ha abierto una investigación que, de momento, se ha saldado con el jefe de la Policía y otros nueve agentes apartados de sus cargos y con la suspensión de dos directivos.

EFE
El estadio Kanjuruhan, en Malang, en el que irrumpieron aficionados del Arema, el equipo local, tras perder 2-3 ante el Persebaya Surabaya.
STRAFP

Las autoridades de Indonesia siguen buscando a los culpables de la estampida mortal que dejó el sábado, al menos, 125 muertos en el estadio del club Arama, en Indonesia. La investigación avanza a buen ritmo y este mismo martes ya se han conocido las primeras sanciones. Además de la suspensión de sus cargos del jefe de la policía local y nueve agentes, ha trascendido una medida drástica tomada por la Federación de Fútbol de Indonesia. Esta ha decidido suspender de por vida a un directivo y al responsable de seguridad del club de fútbol Arema.

Erwin Tobing, del comité disciplinario de la federación de fútbol indonesia, anunció en rueda de prensa la suspensión del jefe ejecutivo del club, Abdul Haris, por ser responsable de la logística y del jefe de seguridad del estadio Kanjuruhan, Suko Sutrisno.

Previamente al encuentro, los organizadores acordaron que los hinchas del Persebayano no acudieran a este partido para evitar incidentes violentos, habituales en el fútbol indonesio. Sin embargo, tras no perder en casa contra el Perseaya Surabayaen más de 20 años, los hinchas del Arema saltaron al campo de juego, lo que desencadenó una serie de eventos que terminó con la muerte de al menos 125 personas.

En su reglamento, la FIFA prohíbe el uso de los gases lacrimógenos dentro de los campos de fútbol debido a su peligrosidad en esos entornos. Algunos hinchas provocaron destrozos y llegaron a quemar vehículos policiales en una situación calificada de “anárquica” por las fuerzas de seguridad.

La Policía de Indonesia insistió este martes en que “hará cumplir las leyes contra los culpables” tras suspender a nueve policías en relación con la estampida ocurrida en un estadio de fútbol de la ciudad de Malang, donde murieron, al menos, 125 personas.

"Nos aseguraremos de que se cumplan las leyes contra cualquiera que sea encontrado culpable", remarcó en rueda de prensa el jefe de la Policía de la provincia de Java Oriental, Nico Afinta, donde ocurrió el sábado el trágico incidente.

Las autoridades, que han abierto una investigación interna para revisar la actuación de las fuerzas de seguridad -quienes dispararon botes de gas lacrimógeno a las gradas, lo que pudo agravar la estampida-, tienen previsto aportar más detalles a lo largo del día.

De momento se conoce que el jefe de la Policía de Malang, Ferli Hidayat, y otros nueve agentes han sido apartados del cargo mientras se realizan las pesquisas y también que 28 agentes están siendo sometidos a interrogatorios debido a los incidentes tras el partido del sábado.

La tragedia ocurrió después de que miles de aficionados del club Arema, el equipo local, irrumpieran en el campo del estadio Kanjuruhan en Malang tras una derrota 2-3 ante el Persebaya Surabaya y se enfrentaran a las autoridades.

Los agentes de seguridad respondieron cargando con las porras y lanzaron gas lacrimógeno en un intento de frenar los ataques, lo que hizo cundir el pánico entre los aficionados que huyeron en masa hacia las salidas del estadio.

Al menos 125 personas han muerto, 33 de ellas menores de entre 4 y 17 años, y más de 320 resultaron heridas, según las cifras oficiales. La mayoría de las víctimas sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias y testigos.

El gobierno de Indonesia se ha comprometido ha esclarecer las causas del suceso, calificado como la peor tragedia en el fútbol indonesio y unos de los peores episodios en este deporte jamás registrados en todo el mundo.

El ministro de Seguridad, Mahfud MD, anunció la formación de una comisión independiente para investigar tanto los actos de violencia cometidos por parte de los aficionados, como la actuación de los agentes de seguridad.