Tragedia en Indonesia: la policía, en el punto de mira
El portavoz de la Policía aseguró que se investiga a 18 oficiales por el lanzamiento de gas lacrimógeno y el ministro de Seguridad avanzó que habrá una investigación independiente.
El gobierno de Indonesia anunció este lunes la apertura de una investigación independiente para esclarecer la tragedia ocurrida el sábado en un campo de fútbol, donde murieron al menos 125 personas tras una estampida provocada por enfrentamientos entre policías y aficionados.
La Policía Nacional Indonesia desveló, además, que investiga a 18 oficiales por el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno el sábado durante los disturbios registrados, que terminaron con 125 fallecidos. Estos oficiales estaban “de servicio” y eran los responsables de “operar con las escopetas” para disparar botes de gas, apuntó en rueda de prensa el portavoz de la Policía, Dedi Prasetyo, conforme a las primeras investigaciones internas del incidente. El oficial también indicó que están revistando más de una treintena de cámaras de seguridad cerca del estadio para identificar a sospechosos por “destruir propiedades dentro o fuera” del recinto deportivo.
Por su parte el ministro de Seguridad e Indonesia, Mahfud MD, también anunció que desde el gobierno “tomarán medidas” contra los responsables y reclamó a la Policía que “evalúe sus procedimientos de seguridad”. “La Policía debe revelar inmediatamente a los autores involucrados en los actos delictivos”, apuntó Mahfud MD.
El ministro de Seguridad también indicó que las autoridades investigan la veracidad de vídeos publicados sobre el incidente donde los responsables de la seguridad “se excedieron y actuaron fuera de su autoridad”.
El equipo de investigadores -que incluirá a responsables de ministerios, futbolistas profesionales, organizadores de eventos deportivos, profesionales de medios de comunicación y académicos- será conformado en las próximas 24 horas y coordinado por el ministro de Seguridad. Se espera que esta investigación termine “en 2 o 3 semanas”, remarcó el titular de la cartera.
Miles de aficionados del club Arema irrumpieron el sábado en la cancha tras la derrota por 2-3 ante el Persebaya Surabaya en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental, y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, dejando hasta el momento 125 fallecidos -incluidos 17 menores- y más de 320 heridos.
La rabiosa multitud embistió contra los policías y destrozó diversas infraestructuras del centro deportivo, así como una quincena de vehículos, en un brote de violencia que fue calificado por la policía como “anárquico”. Los agentes de seguridad respondieron con gas lacrimógeno en un intento de frenar los ataques, lo que hizo cundir el pánico entre los aficionados y provocó una estampida. La mayoría de las víctimas sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias. A raíz de la tragedia, la liga indonesia suspendió temporalmente todos los encuentros programados de la competición.