Portugal
Incendio en Oporto
La eliminación del equipo en la Copa desató la crisis. Ambiente tenso en la llegada a Do Dragao. Villas-Boas, en el ojo del huracán.
La situación del Oporto es muy crítica, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. El equipo no pasa por un buen momento y la afición ya ha empezado a ‘levantarse de sus asientos’. Los cánticos son una constante en Do Dragao. Los pitos.
Este fin de semana fue a más, a pesar de jugar el partido de la Copa de Portugal fuera de casa, Do Dragao vivió una jornada para el olvido. El Oporto naufragó ante el Moreirense y se despidió de esa competición. Algo que desató la indignación de la afición de los dragones.
Tanto fue así que una gran multitud esperaba a la expedición en su regreso. Do Dragao se convirtió en un polvorín: se lanzaron petardos hacia el autobús de los jugadores. Ni la lluvia auyentó a los manifestantes, que estuvieron controlados por varias patrullas de policía. “Los payasos juegan a la pelota” o “el Oporto es nuestro”, se escuchó.
Eso no quedó ahí. Uno de los señalados es el presidente, André Villas-Boas. La tensión aumentó cuando decidió dar la cara y presentarse frente a la multitud enfurecida. El ambiente pasó de caliente a hirviendo, tanto que tuvieron que retirarse entre gritos de “traidor”. Se oyeron cánticos a favor del antiguo mandatario, Pinto da Costa.
Ya en el estadio del Moreirense, al acabar el partido, se escucharon gritos de “dimisión", tanto hacia Villas-Boas como hacia el entrenador, Vitor Bruno. “Es un momento en el que nos toca a nosotros. No huyo de las responsabilidades, me enfrento a la gente de frente. Las cosas no van bien, pero estamos avanzando. Este objetivo ha caído, tenemos otro el jueves. y tenemos que dar una respuesta contundente”, afirmó el técnico.
“No huyo de las responsabilidades, me enfrento a la gente de frente. Las cosas no van bien”
Se refirió a las imagénes en las que se ve a jugadores como Samu o Pepe llorando. “Entiendo la angustia de quien lo intenta, de quien es profesional y serio. Ellos no son responsables, yo lo soy. Tenemos que hacer un ejercicio crítico y entender dónde tenemos que crecer y mejorar. Esta es una casa muy exigente".
Vitor Bruno fue la apuesta de Villas-Boas al llegar al cargo, cuando decidió sacar del banquillo a Sergio Conceiçao. Las informaciones que llegan desde Portugal dicen que no está en peligro. El Oporto viene de tres derrotas consecutivas, una de ellas el 4-1 ante el Benfica. El jueves tienen otra cita vital en la Europa League, ante el Anderlecht.
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