OLYMPIACOS-FIORENTINA | IBORRA
Iborra: “En la final mostraremos el estilo Mendilibar”
El mediocentro valenciano del Olympiacos atiende a AS antes de que el equipo griego juegue la primera final europea de su historia. El rival, la Fiorentina. El estadio, en su casa: Atenas.
Vicente Iborra (Moncada, 1988) ha jugado cuatro finales de la Europa League y ha ganado las cuatro. Un récord que pretende prolongar este miércoles en la que seguramente sea el partido con más carga ambiental de su carrera. Atenas vuelve a paralizarse por el fútbol veinte años después y cuentan a Iborra como uno de los suyos. También a Mendilibar. Este es su Olympiacos.
Quizá para la mayoría de aficionados, la Conference es menor que la Europa League. ¿Cómo la siente el futbolista?
Para nosotros no. Mira los equipos que participan. Cada vez se da más importancia a este tipo de competiciones. Antes parecía que solo existía la Champions. Es un título Europeo y una vía para poder medirte a grandes jugadores y equipos. Y un título europeo siempre es bonito.
En el último partido de la temporada en el Georgios Karaiskakis de hace un par de semanas, el equipo dio una vuelta de honor y en las gradas se veían caras de felicidad. ¿El club y la afición ya están satisfechos por la temporada?
Bueno, es cierto que en liga no hemos logrado el título que era nuestro objetivo. Sí nos hemos clasificado para Europa. También es verdad que estábamos mirando de reojo esta final. Es la primera en la historia del club y los aficionados están muy ilusionados. Es una temporada especial.
Cuando llega el mercado de invierno y no está teniendo demasiados minutos, ¿hay algún momento en el que piense: “Me voy de aquí”?
No voy a negar que ha sido una temporada muy difícil para mí. Más a nivel profesional que personal, porque los niños están contentos en el colegio desde el primer día. La vida es muy similar a España. Pero a nivel profesional las cosas no estaban saliendo como quería por diferentes razones. Tuve una lesión importante y en esos meses de mercado sí tuve semanas difíciles y me planteé muchas cosas. Pero cuando tienes niños, dependes de ellos y es más difícil tomar ese tipo de decisión.
¿A Mendilibar cómo lo recibe el vestuario? ¿Ilusiona por ser quién es, indiferencia por desconocimiento de su figura...?
Él viene de España y aquí se valora mucho el fútbol español. Han tenido muy buenas experiencias y tienen muy presente a Míchel y Valverde. Sí que se le tenía muchísimo respeto, obviamente, también por ser campeón de la Europa League con el Sevilla.
El propio Mendilibar dijo que cuando llegó, lo primero que hizo fue decirle a los jugadores que eran buenos y que se lo creyesen. ¿Había un problema de autoestima en el vestuario?
Al final el equipo tiene mucho talento y no estábamos en el mejor momento de la temporada. Había que reactivar ese nivel que la plantilla tenía. Creo que era su objetivo. Y la verdad es que desde su llegada ha salido todo bien.
Ha empezado a entrar en el once hace relativamente poco, especialmente en la eliminatoria contra el Aston Villa... ¿Qué busca Mendilibar quitando a un mediapunta para meterle en el once junto a Chiquinho y Hezze?
Entiendo que ha visto lo que puedo aportar, he dado rendimiento en los entrenamientos para convencerle de que podía jugar y sobre el campo he tratado de hacerlo igual. Puedo darle equilibrio al equipo, ayudar a los que están a mi alrededor, a los chicos más jóvenes... Intento aclimatarme a su fútbol y trato de ayudarle en todo lo que pueda porque también es una nueva experiencia para él en el extranjero y el idioma es una barrera.
¿Cómo explicaría a quien vaya a ver al Olympiacos por primera vez esta temporada a qué juega el equipo?
El estilo del míster es lo que vamos a mostrar. Desde el principio un estilo ganador, directo, que quiere ir a por el partido, presionar al rival, ser protagonista con el balón, ser verticales, buscar el área rival y, sobre todo, acumular mucha gente en el área contraria. Es lo que estamos tratando de hacer desde que llegó y son nuestras señas de identidad.
En este camino hasta la final hubo una remontada clave, ante el Maccabi, tras perder 1-4 en la ida y ganar 1-6 en la vuelta. ¿Quién animó al equipo o qué se hizo especial?
Yo diría que fue un punto de inflexión, ¿no? Lo que nos ha hecho creer de verdad que podíamos llegar lejos. Quizá se nos catalogaba de favoritos. Tuvimos el palo de recibir un resultado duro en la ida. Pero luego vimos lo que fuimos capaces de hacer allí y ahí nos concienciamos de que podíamos competir y ganar a cualquiera, también a los rivales más potentes que vinieron después.
Uno de los cambios clave de Mendilibar ha sido el portero, Tzolakis, que paró tres penaltis en la tanda ante el Fenerbahçe de cuartos de final. ¿Fue una sorpresa o en los entrenamientos ya era un parapenaltis?
Venía jugando Paschalakis a buen nivel y bueno, el míster decide cambiar de portero, poner a un chico joven, de 21 años, y todo se resume lo que se ha visto en el campo. Esa tanda es famosa, pero luego hace intervenciones de mucho mérito que nos han dado muchísimo.
Quien ha subido muchísimo su nivel es El Kaabi, ¿qué ha cambiado?
Ha hecho goles desde un principio. Habrá tenido rachas mejores y peores, pero lleva 32 goles esta temporada que no es nada fácil. Hace goles de penalti, de cabeza y hasta de chilena. Es un delantero fuerte, que va bien al espacio, su trabajo importa mucho y está mostrando un nivel que nos permite estar donde estamos.
¿Le ha sorprendido el nivel de Podence? Parece estar por encima de la media del equipo y de la liga.
Lo conocía un poco de la Premier. Es un jugador desequilibrante y que al ser tan pequeño es difícil de parar, se maneja muy bien con las dos piernas... nos ha dado una cifra de goles y asistencias que ha sido bastante diferencial para el equipo.
El ambiente de fútbol en Grecia está a otro nivel, ¿puede llegar a ser contraproducente para el jugador cuando las cosas no van bien?
Al ser tan pasionales, es difícil mantener un equilibrio. Cuando se gana son muy agradecidos y muy cercanos, pero cuando se pierde hay que aguantar esa exigencia que tienen. Hemos vivido episodios complicados esta temporada que están tratando de erradicar o que ocurran los menos posibles. Sería lo mejor para el país. Este año los equipos griegos han dado un paso adelante. En Europa han competido, hemos tenido una liga bastante competida con cuatro equipos luchando prácticamente hasta el último partido y eso es bueno para el fútbol griego y para el país.
¿Ser prácticamente locales os mete la presión de ser favoritos?
No, no, favoritos, no. Tenemos las mismas opciones que el rival. Será un rival muy duro, muy fuerte, con grandes jugadores muy físicos y que también juegan bien con el balón. Que se juegue aquí significará que vamos a estar muy arropados por nuestra gente. Son muy importantes para nosotros. Pero dentro del campo puede ocurrir cualquier cosa y la final va a estar muy igualada.
¿Hay algo que hayáis hablado ya para una posible celebración?
No, no hemos pensado nada, pero viendo lo que hemos vivido cuando hemos vuelto de eliminatorias jugando fuera, recibiéndonos a las seis o siete de la mañana en el aeropuerto con bengalas, petardos, cantando... No me puedo imaginar lo que puede pasar si ganamos. De hecho, he recibido algún mensaje en redes sociales de que si ganamos, que nos preparemos. Hacer historia en un club es especial.
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