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Carabao Cup | Liverpool 1-Newcastle 2

Histórico Isak en Wembley

El Newcastle gana su primer título desde 1969 al Liverpool de Arne Slot con goles de Dan Burn y el delantero sueco. Mohamed Salah, intrascendente y desaparecido.

Londres (Inglaterra)

‘Howay The Lads’. El Newcastle y sus miles de aficionados desplazados hasta la capital inglesa no habían ido a Wembley a disputar la final de la Carabao Cup. Su claro y único objetivo era ganarla. “Write your name in the history books” (”Escribid vuestro nombres en los libros de historia”), recitaba la pancarta desplegada por la afición blanquinegra en el templo del fútbol inglés. Y tanto que la hicieron. El Newcastle, a lomos de un histórico Alexander Isak, conquistó su primer título desde 1969 (Copa de Ferias). El primer trofeo doméstico desde la FA Cup de 1955. Eddie Howe, en su segunda final de la Copa de la Liga en las últimas tres temporadas, llevó a los magpies a tocar plata y escribió su nombre con letras de oro en la historia del club.

Aunque el Liverpool cerrará una 2024-2025 de notable alto con la consecución de su 20ª Premier League, el final de temporada de los pupilos de Arne Slot, y especialmente el de Mohamed Salah, toma un sabor del todo agridulce. El egipcio, como ya ocurriera días atrás ante el Paris Saint-Germain en Champions League, pasó completamente desapercibido: ni un solo disparo en 90 minutos de final. Los casi 90 mil espectadores que abarrotaron las gradas de Wembley finalmente vieron cómo fue el Newcastle quien recogía el testigo de Jürgen Klopp. La Carabao Cup, último título conquistado por el alemán en el banquillo red, va a parar a las vitrinas de St. James’ Park. La primera Copa de la Liga de su historia.

Soy feliz aquí y estamos compitiendo por títulos, que es lo que uno quiere como futbolista. Hemos estado en una final y ahora estamos en otra. Sólo quiero ser la mejor versión de mí mismo. Tengo grandes ambiciones. Intento crear mi propia historia en el Newcastle”, declaró Alexander Isak en la previa de la final. Relacionado con Arsenal, Chelsea o FC Barcelona, nadie sabe por dónde pasa el futuro del ariete sueco, pero sí su presente. El exdelantero de la Real Sociedad está feliz en St. James’ Park. “Por eso vine aquí”. Dos años después, las lágrimas de tristeza tornan en felicidad y el delantero sueco de 25 años está un paso más cerca de renovar como magpie. El sueco puso fin a 70 años de sequía doméstica.

La semana de Burn

El ensordecedor ambiente de Wembley, con la mitad blanquinegra especialmente entregada, auguraba un partidazo. Intenso, disputado e igualado. El Liverpool, sin el lesionado Trent Alexander-Arnold, salió con Jarell Quansah, recién convocado por la Absoluta de Inglaterra, como lateral diestro. Los magpies, con las importantes bajas de Sven Botman y Lewis Hall por lesión, así como la del sancionado Anthony Gordon, se encomendaban a Alexander Isak y su aguerrido trío de centrocampistas.

Aunque los compases iniciales, repletos de pugnas y duelos, no dilucidaron ningún dominador claro del encuentro, los pupilos de Eddie Howe terminaron haciendo suyo el partido. Más que ocasiones claras, el Newcastle fue incrementando su sensación de peligro. Tanto como para, en la última acción del primer tiempo, terminar materializando su superioridad.

Si la parroquia magpie vibraba con cada acción y lance del juego, como si se les fuera la vida en ello, imaginen cómo reaccionó con el 0-1. Enloqueció la mitad blanquinegra de Wembley cuando Dan Burn, apenas dos días después de recibir su primera llamada con la Selección absoluta de Inglaterra, conectó un cabezazo imparable para el meta de los reds. El ‘33′ del Newcastle, de 32 años, se elevó hasta el cielo de Londres en el saque de esquina e inauguró el marcador de Wembley. Aún restaban 45 minutos, pero el primer paso hacia un histórico triunfo ya estaba dado.

Insaciable Isak

No fue a la primera, pero sí a la segunda, cuando Alexander Isak dobló la ventaja visitante y arrancó las primeras lágrimas de los aficionados magpies. Minutos después de que le anulasen el 0-2 por fuera de juego, el sueco terminó convirtiendo su tanto número 23 del curso. El ‘Howay’ sonaba con más fuerza que nunca en Wembley después de que, uno de los mejores delanteros del momento, definiera a las mil maravillas en el interior del área el balón prolongado tras un centro lateral.

Sin noticias de Mohamed Salah, que volvió a firmar otra decepcionante y intrascendente actuación en un partido clave para los reds, Curtis Jones fue quien estuvo a punto de meter al Liverpool en el encuentro, pero el inglés se topó con la mano dura de Nick Pope. Lo mismo le ocurrió a Alexander Isak, a quien Caoímhin Kelleher le negó el doblete con otro paradón. Federico Chiesa, uno de los cambios introducidos por Arne Slot en los compases finales, fue el único futbolista capaz de batir al portero rival. En el 93′ del tiempo añadido, y tras revisar la acción en el VAR, el 1-2 subió al marcador tras una perfecta definición del italiano en el mano a mano. Un tanto que dio emoción a los minutos finales pero no impidió el histórico triunfo del Newcastle. Los pupilos de Eddie Howe eran campeones.

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