Hamdallah se viste de Benzema para pasar a octavos

Terapia de Champions para la depresión liguera. Al Ittihad superó el trámite que se le presentaba en la máxima competición asiática ganándole por 1-2 al OKMK de Uzbekistán, el rival más débil del grupo, para sellar su pase matemático a los octavos de final. Un triunfo plácido en líneas generales, pero que peligró en los minutos finales por un exceso de relajación de los saudíes. Se trata de la primera victoria de Marcelo Gallardo en su etapa al frente de los ‘Tigres’, el primer paso para comenzar a edificar un nuevo proyecto que ilusione y, sobre todo, que compita. Y es que, tras el tropiezo en la última jornada de liga contra el Al Ettifaq de Steven Gerrard, los vigentes campeones de la Saudi Pro League están muy lejos de entrar en la pelea por revalidar el título. Pero ahí está la Champions como remedio a sus males y como aliciente para seguir remando.

Cumplió Al Ittihad, aunque sin alardes. OKMK se presentaba al pleito con una línea de cuatro en defensa, con un doble pivote para cortocircuitar el juego interior de los saudíes y con Haghnazari flotando con libertad por detrás de Boakye, su hombre más adelantado. Una carta de presentación que acabó cayendo por su propio peso dada la diferencia de nivel entre ambos contendientes y también por el infortunio en forma de lesión de Rustamov en el minuto 26. Sin Kanté, lesionado, Fabinho fue quien cogió la batuta. Repartió juego y, además, también regaló goles. Así fue como, con un pase en largo quirúrgico, habilitó a Hamdallah dentro del área rival. El marroquí tocó una vez de cabeza para controlar y una segunda para definir al primer palo. Rakhimov, que no estuvo acertado, se resignó para recoger el balón de las mallas. Era el 0-1 y corría la media hora de la primera parte.

Cuatro minutos más tarde, Hamdallah volvía a perforar la portería uzbeka. Incursión magistral de Shanqeeti en el área, pase atrás y Benzema no llegó, pero sí el ‘99′, que volvía a castigar a Rakhimov. No se había alcanzado el descanso y el vigente campeón saudí ya había prácticamente sentenciado el partido y, por ende, había sellado el billete a octavos. Sólo un único lunar: Benzema sigue seco. El ex madridista se fue al parón enchufado y ha vuelto negado de cara a portería. Tras pasar inadvertido contra Al Ettifaq, en Champions tampoco mojó. Dispuso de hasta cuatro ocasiones, una de ellas un mano a mano clamoroso, pero no convirtió. Aun así, estuvo participativo y no cejó en su empeño en un partido que terminó algo frustrado.

Que Benzema se quedase en el dique seco y la segunda parte fueron las noticias negativas para Gallardo. Al Ittihad, a medio gas pensando en lo que viene, se desconectó del partido durante gran parte del segundo acto y a punto estuvo de pagarlo caro. A doce minutos para el final, Boakye hacía bueno un fallo tremebundo en defensa de los saudíes para poner el 1-2 que enchufaba a la grada local y que añadía pimienta a los últimos compases del choque. Rakhimov, con una estirada descomunal, evitó el 1-3 y la sentencia y el partido murió en el área de los ‘Tigres’. No obstante, más allá de sensaciones o de desenlaces mejorables, a Al Ittihad ya nadie le puede arrebatar el billete a los octavos de final de la Champions de Asia. Un buen y bonito motivo para que Gallardo inicie la reconstrucción y para que Benzema vuelva por sus fueros.

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