INGLATERRA
Haaland es incontrolable
Marcó cuatro goles al Wolverhampton Wanderers para volver a acercar al City al liderato de la Premier League. El noruego será clave en las jornadas que restan. Él y su apetito insaciable.
Haaland se marchó enfadado. Cuando Pep Guardiola lo sustituyó a ocho minutos del final, el noruego abandonó el césped sacudiendo la cabeza. Un par de minutos antes, Kilman evitó que se hiciese con un envío en largo. En falta, entendió el delantero. No así el colegiado, que dio la ley de la ventaja. Luego tuvo que aguantar las quejas del gigante de 23 años. Álvarez entró en su lugar, después de que el Etihad lo despidiese con una ovación sonora.
No en vano, Haaland bailó a los lobos. Marcó cuatro goles, una hazaña que ya realizó previamente esta temporada frente al Luton Town en la FA Cup. Aumentó su cuenta anotadora, llevándola a los 25 tantos. Lidera el pichichi de la Premier League. Sobrado. Como sobrado estuvo frente al Wolverhampton Wanderers. Marcó dos veces de penalti, y anotó dos goles más de puro nueve en una actuación vintage.
Nada de falso nueve. Nada de participar en la creación u ofrecer espacios a los compañeros que lleguen desde atrás. Como un niño consentido en el parque. Esta es mi pelota, y con ella hago lo que quiera. Se elevó más que nadie para cabecear un centro de Rodri en el segundo tanto, y arrancó, fintó, dejó atrás a su par y marcó con un tiro raso, potente y cruzado ya en la segunda mitad. Fue su cuarto gol. El número 36 en 33 partidos de liga en el Etihad Stadium a lo largo de dos temporadas.
Con él, el City alcanzó las cotas más altas. Campeones de Europa por primera vez. Y aunque su impacto en la semifinal de Champions frente al Real Madrid no el esperado, al futbolista de 23 años le queda mucha carrera por delante. Pese a su juventud, se ha dedicado a coleccionar éxitos, logros y premios a nivel individual y colectivo a un ritmo abrumador. Se perdió varios partidos al lesionarse en la vuelta frente al Madrid, pero el sábado marcó su regreso a la titularidad con cuatro goles.
Pudieron ser más, pero Kilman lo agarró y Guardiola lo sustituyo. Provocando, como ya saben, el enfado de Haaland. “En los balones en largo, los defensas lo empujan y tiran de él”, explicó al respecto Guardiola en la rueda de prensa posterior al partido. “Pasa a menudo y siempre le digo que debe evitar caer, y hoy fue un día de esos. Estaba un poco frustrado, pero os puedo asegurar que está contento”. El noruego es insaciable.
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