“¿Greenwood? En Inglaterra damos talleres de relaciones sanas”
Maheta Molango (Suiza, 1982) dirige la PFA, la asociación de futbolistas profesionales de Inglaterra. “España exporta mucho talento pero se vende peor de lo que es”.
Maheta Molango atiende a AS desde el WFS de Sevilla. Sus comienzos en el Atlético son lo mejor de una carrera como delantero menor, a caballo entre España e Inglaterra. Como abogado y ejecutivo deportivo (habla cinco idiomas) ya tiene consideración de crack mundial a sus apenas 41 años. Pasó por el Calderón y en 2016 fue nombrado director general de un Mallorca que subió de Segunda B a Primera. Desde 2021 trabaja para la PFA, el sindicato de futbolistas más importante del Mundo.
¿Cómo le va a Maheta Molango en la PFA?
Es una experiencia magnífica. Había podido vivir el fútbol desde otras muchas perspectivas: primero como jugador, luego como abogado y más tarde como directivo, además de disfrutar el deporte en todas las categorías y en varios campeonatos diferentes. Después de todo eso resulta muy interesante poder llevar ahora la defensa de los intereses de los futbolistas independientemente de dónde jueguen, incluso de si juegan. Creo que haber mirado el fútbol desde tantos sitios me han dado una perspectiva única y el rol de CEO de la PFA lo disfruto mucho. Es interesante para mí poder comparar cómo trabajaba en España y cómo lo hacemos ahora en Inglaterra a nivel ejecutivo.
Habla como si fuera español, no suizo.
Estando en Londres me siento como algo así como un embajador de España, he pasado buena parte de mi vida en este país. Me da mucho orgullo ver cómo triunfan Guardiola o Arteta, cómo han llegado Emery o Lopetegui. En la Premier hay más técnicos españoles que ingleses. Exportamos muchísimo talento pero creo que en España nos vendemos mucho peor de lo que realmente somos. Lo digo en serio: los españoles, también en fútbol, tienen mucho nivel. Quizá la falta de recursos a veces ha provocado que se tenga que ser más ingenioso e ir más al detalle. Evidentemente, en Inglaterra se hacen también muchas cosas bien, hay una cultura del fútbol increíble. Hay un respeto por los futbolistas, los directivos y los entrenadores que a lo mejor a veces echamos un poquito en falta en España. En el Reino Unido, si lo das todo en el campo la gente te respeta al máximo, ganes o pierdas.
¿A qué se refiere?
Voy a dar un ejemplo: hace poco hablaba con un jugador que ha estado en varios países y me decía: ‘Maheta, yo en Inglaterra salgo del estadio andando e incluso perdiendo me piden al comienzo algunos autógrafos o fotos. Y luego, al girar la esquina, ya puedo irme a mi casa tranquilamente, sin problemas’. Eso es algo que lamentablemente no puede ocurrir ahora en España. ¿Es una pena, no? Porque los jugadores son personas: unas veces aciertan y otras se equivocan. En España a veces nos pierde la pasión, que es una cosa muy positiva, pero todo debe tener un límite que a veces se traspasa. En Inglaterra por ejemplo, se juega en los estadios sin barreras y a nadie se le ocurre pisar el campo.
El fútbol ha cambiado mucho estos años.
Sí, desde un punto de vista comercial los niños hoy en día siguen a jugadores, no a clubes y yo creo que eso no es buena noticia para el sector, aunque ahora mismo me favorezca en mi puesto como jefe de la PFA. Al final ese vínculo casi religioso con un club es la esencia del fútbol. Sí eres del Sevilla serás siempre del Sevilla tenga a los jugadores que tenga. Si sigues a un jugador se diluye ese vínculo. Creo que este tema lo estamos captando mejor en Inglaterra y en la asociación de futbolistas tenemos conversaciones muy maduras con la Premier. Allí, por ejemplo, se cuida muchísimo el calendario local, vamos todos de la mano porque el problema en realidad es con el calendario internacional.
¿En la Premier se cuida más el producto?
La realidad es que los que los que más conocen la industria son los jugadores. Me he quedado muy impresionado de la preparación que hoy en día tienen jugadores como Azpilicueta, que ha vuelto a España, al Atlético, y es un chico extraordinario que se dedicó al fútbol pero podría haber hecho bien cualquier cosa porque está preparadísimo. O Raphael Varane, Jordan Henderson... Podría nombrar a muchos jugadores que entienden esto como nadie. A lo mejor eso es lo que hace la fuerza del fútbol inglés, donde todos los actores miran muchísimo por el producto.
¿Cómo se vive desde allí el asunto Greenwood y el Getafe? Mason es un miembro de la PFA, claro.
Y por eso es un tema delicado para nosotros y no puedo entrar a valorar el asunto de manera invididual. Lo que sí podemos hacer es plantearnos la situación y decidir qué podemos hacer. Por eso, de la mano de la Premier, hemos comenzado a dar talleres de relaciones sanas entre jugadores y y terceras personas, incluyendo mujeres. Cosas como qué se espera de la relación con una mujer, qué tipo de de problemas vas a encontrar, qué es el consentimiento... A partir de este año, esos talleres son obligarios.
Es un problema serio.
Así es. ¿Pero qué ocurre después? Ya no se trata sólo de Greenwood, también es Benjamin Mendy, que al final ha estado dos años sin cobrar una libra, apartado o en la cárcel, y resulta que al final sale sin cargos. Creo que en lugar de de bloquearnos con un caso individual o sus consecuencias, hemos decidido ir a la raíz del problema e intentar prevenir, ver qué podemos hacer entre la Premier y el sindicato para mejorar la situación, de hacer cosas maduras para mejorar la calidad del fútbol.
¿Cómo se ha vivido en Inglaterra todo el asunto Rubiales-Jenni Hermoso?
Lo que más me entristece es la sensación de que se ha dado una imagen de España que no es lo que yo he vivido aquí durante muchos años. Como país merecemos una imagen mejor. La chicas han conseguido algo increíble: ser campeonas del Mundo.
Sorprende que la web de la PFA tenga el mismo peso el fútbol femenino que el masculino.
Y no sólo en la web. En ese sentido somos un sindicato un poco atípico: representamos tanto los hombres como las mujeres, que no es así en todos los países, y además los jugadores inactivos o ya retirados tienen un peso muy importante: de hecho tenemos a 5.000 futbolistas en activo y 50.000 que ya no juegan, pero que siguen pudiendo acceder a nuestros servicios. En cuanto a las mujeres hemos ido tan lejos que en mi Consejo el peso de la liga demenina es el mismo que el de la Premier: tengo dos representantes para la Premier y otros dos para las Féminas. En Inglaterra el crecimiento del fútbol femenino ha sido exponencial.
¿Y la razón?
Las jugadoras van todas a una. Son gente muy comprometida y quizá se preparan mejor en muchos sentidos que los hombres porque saben que cobran menos y por tanto tienen que prepararse más. En las mujeres el nivel de compromiso es más alto y tienen un entendimiento más fuerte de la fuerza de lo colectivo. El ejemplo claro es haber conseguido que la FIFA garantice que el 30 por cento del dinero que se paga a la Federación se les dará a ellas. Las jugadoras, también las de España en el caso Jenni Hermoso, están dando un ejemplo increíble de que cuando se unen los demás las tienen que escuchar porque sin ellas no hay fútbol. Muchas veces los jugadores están acostumbrados a la dinámica de ven aquí: haz lo que dice el entrenador y cállate. Si no, multa o castigo. Eso sí, nosotros como sindicato tenemos que enseñarles a los nuestros que los futbolistas tienen derechos y también obligaciones.
¿Y del calendario cada vez más comprimido, qué dice la PFA?
Un 10 de agosto no sé cómo se puede jugar en España. Cosas así hay que tratarlas, sobre todo porque se pone en riesgo la salud de los jugadores. Al final llega un momento en que tu cuerpo no te da y eso no es una derrota para el jugador, eso es matar el espectáculo y la industria. Que un futbolista de la clase de Rodri diga después de un partido que a los 60 minutos tenía calambres no puede ser. Yo quiero ver la mejor versión de Rodri, no una versión donde le duela. En la NFL de fútbol americano jugan sólo 15 partidos y los ingresos no han bajado: saben cuidar su producto. A lo mejor, en el fútbol debe pasar igual, que menos puede ser más. Hay muchos futbolistas que dicen: hoy juego 45 minutos al máximo y luego me reservo, y eso es perjudicar al espectador. Hicimos un estudio en el que comprobamos que Maguire había jugado el doble de partidos que Beckham a la misma edad.
Hablando de Maguire. ¿Y las redes sociales, cómo afectan a los jugadores?
Ya no es el jugador en sí: es que tienen padres, familia, amigos... Maguire, por ejemplo, es un tío con una personalidad y una fortaleza que al final rinde digan lo que digan de él. A los jugadores les duele más por lo que leen sus allegados. Harry, con todo lo que se dice de él, estuvo en el equipo ideal del Mundial. En Inglaterra se va a adoptar una ley para ser mucho más agresivo con el comportamiento en las redes, para que no haya barra libre.
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