CASO LASS DIARRA
Golpe histórico contra FIFA y el mercado: “El sistema está muerto”
El despacho de abogados Dupont-Hissel, asesores del procedimiento de Lass Diarra contra la FIFA, insta a una “acción colectiva” que puede costar millones.
Lass Diarra (39 años, París) era un futbolista algo menudo, para lo que se estilaba en el mediocampo de los grandes clubes europeos, pero jugaba realmente bien y sobre todo se hacía grande sobre el campo. Lo que supuso Kanté más tarde, fue una versión mejorada de Lass. Grande en el césped y grande en los despachos. La repercusión de la sentencia a su favor del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha agitado como hacía años el ecosistema del fútbol. Un fallo que ha puesto patas arriba el mercado de transferencias de la FIFA tal y como lo conocemos (implantado en 2001), ya que lo declara incompatible con los Derechos de la Unión Europea.
El fallo no deja lugar a dudas. El artículo 17.2 de la FIFA viola el derecho comunitario de la Unión Europea (especialmente, el derecho de libre circulación de trabajadores) y obliga al máximo organismo internacional del fútbol, y a la Federación belga, a indemnizar al mediocentro francés (siempre y cuando el tribunal de Bélgica siga las recomendaciones de Luxemburgo).
Golpe histórico a la FIFA, que tiene a todo el mundo futbolístico preocupado. El Tribunal Europeo de Justicia dice que, en teoría, los jugadores tienen derecho a romper sus contratos y cambiar de club sin pagar nada a cambio, igual que cualquier trabajador de la Unión Europea. Una sentencia que primero debe ser ratificada por el tribunal belga (Mons) donde se originó el caso. De todos modos, no todo ha ido en contra de Gianni Infantino, ya que el TJUE sí que apoyó a la FIFA al fallar que su reglamento de transferencias “garantiza la estabilidad de las competiciones y de las plantillas”.
¿Qué nos espera ahora?
El abogado belga Jean-Louis Dupont, mundialmente famoso por el ‘Caso Bosman’, y que ha sido el encargado de asesorar en este proceso a Lass Diarra, ha celebrado por todo lo alto el fallo a favor de su representado. Para él, es un golpe histórico contra la FIFA y para el mercado de fichajes que establece y gestiona. “Despojado de su corazón, el sistema está muerto. La FIFA ha sido condenada por el TJUE en términos muy claros y duros”, sentenció el jurista.
Para el despacho Dupont-Hissel, la FIFA está tocada y la sentencia permite a todos los jugadores pedir responsabilidades: “Se ha establecido la mala conducta de la FIFA y también se ha establecido el principio de que todos los jugadores sufrieron daños. El único debate que queda es sobre la cuantía”. Así, llama a una acción colectiva contra la FIFA para pedir daños y perjuicios. Esto provocaría un terremoto mundial de calado incalculable. Muy difícil de cuantificar en millones. Dupont insiste: “Es el principio para la modernización de la gobernanza en el fútbol”. E incide en que el fallo es un espaldarazo a los propios jugadores para que “dejen atrás el miedo al vacío y hagan sus propios convenios colectivos, mejores que el antiguo sistema de la FIFA”.
¿Pueden los jugadores pedir compensaciones económicas?
Sí, y quizá cueste millones de euros. Dupont-Hissel no ha sido el único que ha celebrado la insistencia hasta el final de Lass porque se le hiciera justicia. Y es que la sentencia no es solamente favorable para Lass Diarra como afirma FIFPro, la organización más importante que engloba a los futbolistas profesionales, sino a muchos más jugadores. “Estas cláusulas del artículo 17 del reglamento de la FIFA (los puntos 17.4 y 17.5 ) son la base del actual sistema de fichajes y han disuadido a numerosos jugadores de rescindir unilateralmente su contrato para buscar un nuevo empleo. El TJUE también dejó claro que la carrera de un jugador es corta y que este sistema abusivo puede llevar al final prematuro de la carrera de un jugador. La normativa actual, afirma el tribunal, no contribuye a la protección de sus derechos como trabajadores”, insiste FIFPro a la vez que se abre a negociar con la FIFA y con los interlocutores sociales del fútbol.
FIFPro, a su vez, también deja la sombra de la acción colectiva de todos los jugadores agraviados sobrevolando en el ambiente. “Tendremos que estudiar de forma colectiva, con todos nuestros miembros, los medios que los jugadores pueden utilizar para reclamar una compensación por los daños sufridos durante sus carreras. Las actuales normas definidas unilateralmente por la FIFA son insostenibles desde hace mucho tiempo. Las autoridades deportivas deben abrir los ojos y dejar de operar de manera monopolística”, esgrimió el secretario general del sindicato, Stéphane Burchkalter.
De las asociaciones más beligerantes ha sido de nuevo la UNFP (Unión Nacional de Futbolistas Profesionales de Francia) que con una nota titulada ‘Lass Diarra devuelve a la FIFA a sus queridos estudios’ hace un radiografía abrumadora sobre lo que le espera ahora al organismo presidido por Gianni Infantino. “La sentencia revela la ilegalidad de un sistema que desprecia el derecho a la competencia y se opone a la libre circulación de los trabajadores. Además de señalar los abusos de la FIFA que no está, como cree, por encima de las leyes comunitarias. Más bien al contrario, debe respetarlas. No ha sido una espera tan larga teniendo en cuenta una sentencia que marca la entrada del fútbol profesional europeo, e incluso mundial, en una era nueva”.
David Terrier, una de las caras del organismo francés que más apoyó a Lass Diarra en su disputa, no tiene compasión con la FIFA: “Otras víctimas esperan ahora la compensación por los daños causados. Desde 2001, Lass Diarra es sólo una de las muchas víctimas del sistema de transferencias de la FIFA. Nosotros, sus representantes, obviamente estaremos a su lado para que la victoria de Lassana sea la del mayor número de futbolistas a los que les han robado sus derechos...”.
Desde Inglaterra, la situación se valora con igual gravedad. “El caso Lass Diarra puede desembocar en un caos y en una anarquía total. Tiene a todo el mundo preocupado. Sería una burla a cualquier regla financiera de la Premier League y colapsaría el sistema. El problema que se generó aquí es que las reglas de la FIFA no fueron pensadas adecuadamente. Es ridículo sugerir que no es una causa justa para romper tu contrato si no te pagan, que es lo que pasó con Diarra y el Lokomotiv de Moscú. No importa dónde trabajes, si eres lechero o juegas para Manchester United, si no te pagan deberías poder irte. Si los jugadores pueden simplemente romper sus contratos y moverse alrededor del mundo, todo el sistema colapsará. No sólo las tasas de transferencia. Los salarios se desplomarán porque no habrá suficiente dinero en juego. Los grandes clubes acapararán a los mejores jugadores y algunos se harán realmente ricos”, opina Karren Brady, una de las mujeres más reputadas del Reino Unido y vicepresidenta del West Ham, en una columna en The Sun, en la que arroja luz al caso Lass y da la voz de alarma de lo que se puede avecinar.
Por lo que dice llegan curvas ya que añade: “Esto es lo opuesto a la Ley Bosman y si alguien debería estar preocupado yo diría que no son los clubes sino los jugadores. Me gustaría pensar que en la Premier League tendríamos algún tipo de acuerdo entre caballeros para evitar que esto suceda. ¿Pero qué podríamos hacer para evitar que los clubes de Italia, Francia, España o Alemania se aprovechen de esto?”.
¿Qué hará la FIFA?
Gianni Infantino y la FIFA valoraron el fallo como un aviso. “La FIFA ha tomado nota de la sentencia del TJUE en relación al caso que involucra al jugador Lassana Diarra. La FIFA está satisfecha de que la legalidad de los principios clave del sistema de transferencias haya sido reconfirmada en el fallo de hoy. La sentencia sólo cuestiona dos párrafos de dos artículos del Reglamento de la FIFA sobre el estatuto y la transferencia de jugadores, que ahora el tribunal nacional está invitado a examinar”. Ahora tienen que despejar cómo puedan la amenaza que se cierne sobre su sistema de transferencias, modificando los dos artículos en cuestión. Su fuerza reside en que el sistema podría colapsar y caerse. Y en que hay campeonatos (medianos y pequeños) que sobreviven de ventas de futbolistas a mercados más grandes. Si un jugador puede irse gratis, todo el sistema caería.
Las Ligas Europeas aprovecharon para volver a reclamar a FIFA que “la inclusión de representantes de las ligas y de los sindicatos de jugadores en la gobernanza internacional del fútbol es ahora legalmente esencial considerando el papel colectivo que desempeñan en el diálogo social a nivel nacional”. La Asociación de Clubes Europeos (ECA), presidida por Nasser Al Khelaifi, fue más prudente: “El sistema de traspasos de fútbol está diseñado para establecer un equilibrio entre los derechos de los jugadores a la libre circulación y la estabilidad de los contratos, junto con los objetivos legítimos de integridad y estabilidad de las plantillas y las competiciones. La ECA cree que, en general, este sistema funciona bien y logra encontrar el equilibrio necesario. Es fundamental que el sistema de transferencias proporcione a los clubes medianos y pequeños los medios para seguir compitiendo en altos niveles de fútbol, especialmente a aquellos que pueden desarrollar y entrenar a sus jugadores con éxito”.
Tras la sentencia, lo habitual. Todos ganan, aunque el galimatías que ha provocado es difícil de determinar ya que todos los actores del mundo del fútbol aún están calculando el verdadero impacto. La FIFA modificará el reglamento en los próximos meses a buen seguro para adecuarse a la ley. Y el tiempo dirá si Lass Diarra pase a la historia como Jean-Marc Bosman el 15 de diciembre de 1995.
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