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ITALIA

Gio Simeone, golazos y promedio de héroe

El Cholito enamoró a los napolitanos con su entrega, marcó dos tantos fundamentales ante Milan y Roma, y suma ocho goles en apenas 525 minutos: uno cada 65′.

Gio Simeone
Gio SimeoneANDREAS SOLAROAFP

Cuando el Nápoles fichó a Giovanni Simeone, sus hinchas se ilusionaron enseguida. Y no fue únicamente por su rendimiento y los 17 goles anotados en el Verona durante el curso pasado. El Cholito es argentino, y el club no fichaba a uno desde Mariano Andújar en 2014. Tener a un albiceleste en la plantilla se sentía necesario y daba igual que justo el Cholito fue el que condenó a los azzurri a quedarse sin scudetto con un hat-trick en 2018, cuando vestía la camiseta de la Fiorentina. Eso ya estaba perdonado y es más: pareció la enésima señal del destino.

Simeone estuvo esperando casi una semana en un hotel de la ciudad para que su incorporación se completara. Hubo algún problema entre Verona y Nápoles, pero desde que supo de esta oportunidad no cambió su postura nunca más, ni por un segundo. Sabía desde el principio que allí le tocaba ser el recambio de un Osimhen imparable que el espacio habría sido poco, pero prometió aprovechar cada minuto. Vaya si lo hizo.

Su primer momento inolvidable tuvo lugar en el 4-1 con el Liverpool. Una lesión del nigeriano le obligó a sustituirlo y tardó tres minutos en marcar su primer gol en la Champions, en su primera presencia. Cuando besó el logotipo de la competición, que se tatuó en el antebrazo izquierdo con 14 años, lloró e hizo llorar a muchos. Parecía escrito, como muchas cosas en los últimos meses entre Argentina y Nápoles. Primer sueño cumplido.

El punta cerró la fase de grupos de Champions con cuatro goles en cinco presencias, y su promedio goleador está siendo el mejor de las cinco ligas top en Europa. Anotó hasta ocho tantos en 17 partidos, pero con apenas 525 minutos en el verde: es decir, uno cada 65′. Dos de ellos están siendo decisivos para allanar el camino del Nápoles hacia su tercer título liguero, esperado desde hace 33 años. El primero tuvo lugar en San Siro, cuando saltó al campo en el 66′ y, 12 minutos después, combinó con Mario Rui para anotar el 1-2 de la victoria con un espectacular cabezazo.

El otro llegó el pasado domingo, cuando el Nápoles, como casi nunca le ha pasado en este curso, sufría ante la Roma de Mourinho, que había empatado con El Shaarawy el inicial golazo de Osimhen. El delantero entró en el 76′ y, a pesar de ser diestro, se sacó de la chistera sobre la bocina un zurdazo desde la frontal con el que su equipo consiguió ganar y marchar con 13 puntos de ventaja. Si llega el tercer scudetto, un gran trozo lo habrá cosido él.

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Su compromiso enamoró a los tifosi, a Spalletti, que le alaba cada vez que puede, y también a su padre Diego. El Cholo comentó así la última publicación en Instagram de su hijo: “Trabajo, trabajo y más trabajo, este es el camino para llegar a los grandes objetivos, pensando solamente en el bien del equipo. Orgulloso de vos”. El Cholito, en el día de su presentación, desveló que el técnico del Atleti le dijo que, cuando eran pequeños, “todos los argentinos miraban al Nápoles de Maradona y soñaban con jugar allí”. Giovanni lo ha conseguido y, además, lo ha hecho en el año en el que la Albiceleste (en la que podía tranquilamente estar) volvió a ser campeona del mundo. Ya saben quién ganó el scudetto la última vez que había pasado…