Ghareeb y Al Bulayhi apagan el fuego contra Mancini en Arabia
La afición pitó al seleccionador antes del debut con victoria en la Copa Asia y después del lío por los tres jugadores que se negaron a jugar y fueron excluidos. Remontada con gol del socio de Cristiano en Al Nassr.
El incendio con el que llegaba Roberto Mancini al debut de Arabia Saudí pierde fuerza. La selección saudí se estrenó en la Copa Asia con una remontada por 2-1 frente a Omán. El partido llegaba caliente por el lío con los tres futbolistas que se negaron a jugar en los amistosos previos al no verse titulares y que fueron excluidos: Nawaf Al Aqidi y Sultan Al Ghanam, portero y lateral derecho titulares de Al Nassr, junto a Salman Al Faraj. A ellos se unió la desconvocatoria de Muhammad Maran, Ali Hazazi y Khaled Al Ghanam por la apatía que percibió Mancini de ellos en los entrenamientos. Unos hechos que la afición saudí presente en el Khalifa International Stadium de Doha (Qatar) castigó con pitos en el momento de las alineaciones.
Los problemas para Mancini se agravaron a los diez minutos de juego cuando Tambakti dio un pisotón en el talón y agarró a Al Ghassani dentro del área. El australiano Shaun Evans acudió a la pantalla del VAR y tras unos instantes señaló la pena máxima que transformó Salaah Al Yahyaei. El gol fue un impacto del que los saudís reaccionaron progresivamente. Al Najei y Nasser Al Dawsari entonaron al equipo con sendos disparos cruzados que salieron fuera, aunque la más clara llegó al borde del descanso tras uno de los múltiples centros desde el costado derecho que sacó Al Mukhaini frente a Al Najei.
El descanso espoleó a los verdes que salieron aún más enchufados. Prueba de ello fue la ocasión de Al Shehri antes de que se cumpliera el primer minuto de juego, minutos después tuvo otra con un tiro cruzado. Omán respondió al asedio saudí con contraataques de Al Ghassani y Fawaz. Todo iba a cambiar a los 75′ cuando Mancini quitó a Al Shehri para dar entrada a Ghareeb. Uno de los socios de Cristiano en Al Nassr tardó tres minutos en plasmar su calidad al irse de un rival y colarse como el agua entre dos defensas para poner el empate. Eléctrico, como suele ser habitual, pudo dar la vuelta al partido sin más acierto. La presión sobre Mancini fue menor cuando Al Bulayhi puso su cabeza, sin caer en fuera de juego, para hacer saltar a toda Arabia en un tanto dudoso y que fue refrendado por el VAR. El gol se celebró como si fuera fiesta nacional y con su autor inflando un globo verde. Victoria que tranquiliza a Mancini y cambia el color de cara con el que mirar el duelo del domingo ante Kirguistán.
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