Gabri Veiga deja frío al Oporto
El español debutó con el Oporto en este Mundial con un rendimiento muy discreto. Sin disparos a puerta y un discreto 73% de acierto en pases. Su equipo estuvo peor aún.
Gabri Veiga llegó al Oporto para darle un nuevo sentido al fútbol del equipo de Anselmi. De hecho, el argentino le colocó de titular a las primeras de cambio. Sin embargo, Veiga no puede hacer milagros. El portugués es un equipo disfuncional, lo ha sido durante toda la temporada, y este Mundial se lo ha llevado por delante con apenas dos puntos sumados y ni un solo partido ganado. Y el vigués se ha contagiado de esa mediocridad de sus compañeros.
En los dos primeros partidos, Gabri Veiga jugó 67 y 59 minutos como titular. En el tercero, en el que Anselmi agitó el árbol a la desesperada (no solo Veiga, sino que también Samu y Martim Fernandes fueron víctimas) y le sacó desde el banquillo en el 69′. En este último, mejoró su rendimiento con respecto a las dos primeras jornadas. Sin embargo, su aportación global al juego del equipo no es para tirar cohetes. Certificó un discreto 73% de acierto en pases, creó dos ocasiones (ambas el último día), no tiró a puerta y apenas ganó el 47% de los duelos.
Estadísticamente, quizá lo mejor que ha dejado Gabri Veiga haya sido su aportación defensiva. En este Mundial, ha recuperado once balones. En el primer partido, frente a Palmeiras, Anselmi le entregó la banda izquierda y ahí estuvo bastante bien molestando al gran talento que es Estevão. En el 3-4-2-1 del Oporto, Veiga está ocupando los puestos más centrales, con Rodrigo Mora y Fábio Vieira indiscutibles en la mediapunta. Por ello, al español no le es tan fácil ser determinante en el área y ha lucido más en acciones defensivas.
“Sabía que sería un reto difícil, un gran cambio en mi carrera, pero estoy tranquilo porque di lo mejor de mí. Hay mucho que demostrar y mejorar”, comentó Gabri Veiga. Desde luego, sus inicios no han sido fáciles, aunque él ha probado que su adaptación al equipo no ha podido ser mejor. “La verdad es que me integré muy bien y estoy contento. Entendí rápido lo que Anselmi me pedía y lo que el equipo exigía”, explicó.
Gabri Veiga ha caído de pie, pero todavía tiene que dar más. Con apenas un par de semanas de entrenamiento, nadie puede reprocharle nada. Pero sí se esperará más de él cuando dé comienzo la próxima temporada. En el Oporto saben que es un jugador mucho más aprovechable que lo mostrado en Estados Unidos y ese será el reto para Martín Anselmi (o el entrenador que haya, si es que no sigue) este verano.
Noticias relacionadas
La realidad es que Gabri Veiga no ha caído en un entorno sencillo. El Oporto ha tenido una temporada muy convulsa, desde las agitadas elecciones a la presidencia de hace un año, con divisiones de la propia afición enfrentadas, hasta la decepcionante tercera posición en liga, temiendo por perder incluso ese puesto y lejos de la lucha por el liderato. Los aficionados les recibieron en Oporto con insultos y mostrando su enfado ante Villas-Boas y los propios jugadores. “No estamos colocando al Oporto donde merece y necesita estar”, comentó el propio centrocampista. En agosto tendrán una nueva oportunidad.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar