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EL OTRO FÚTBOL

Ficha por cuatro equipos distintos en menos de un mes

El centrocampista egipcio Amr Warda ha protagonizado un mercado de traspasos insólito y rocambolesco al llegar a acuerdos con clubes de cuatro países diferentes en menos de treinta días.

Actualizado a
Amr Warda, en un partido con la selección de Egipto.
NICOLAS ASFOURIAFP

Si la misión del representante de un futbolista es conseguir a toda costa que los equipos se interesen en contratarle, el de Amr Warda es, sin dudas, uno de los más eficaces del mundo. Ahora bien, si la tarea es lograr que el jugador tenga estabilidad laboral y se asiente en algún sitio, quizás Amr debería replantearse su despido. Porque su carrera reciente, llena de bandazos en los que, en algún caso, está implicado precisamente su agente, aconseja que se encargue él mismo de las cuestiones burocráticas.

Warda, de 30 años recién cumplidos y que suele desempeñarse en la posición de volante o extremo izquierdo, milita ahora mismo, a fecha de escritura de este artículo, en el Pharco FC, club propiedad de la empresa farmacéutica del mismo nombre que disputa sus partidos en Alejandría y hace apenas un par de años ascendió a la liga Premier de Egipto. Este mismo miércoles el club de su ciudad natal ha anunciado el fichaje a través de sus perfiles en redes sociales, si bien la contratación se había hecho efectiva el pasado 9 de septiembre. Dados los antecedentes, no podemos garantizar que mañana siga defendiendo su camiseta naranja con el número 74.

Warda es de por sí todo un trotamundos, pero este verano ha batido todos los récords. Tras comenzar 2023 en el Apollon de Limasol, en Chipre, se quedó libre al acabar el curso y el 12 de agosto firmó por el Raja Casablanca, de Marruecos. Pero las cosas allí no le fueron bien: menos de dos semanas después rescindió su contrato, alegando “razones mentales y personales” y pagando de su bolsillo la cláusula correspondiente, tal como hicieron saber las Águilas Verdes mediante un comunicado.

De nuevo agente libre, optó por volver a Chipre, país donde tiene buen cartel tras su paso por el Apollon y por el Anorthosis durante un total de dos años. El 24 de agosto aceptó la oferta que le hizo llegar el modesto Doxa Katokopias, entidad de un suburbio de Nicosia que no aspira más que a mantenerse en la máxima categoría. Esta contratación olía feo desde el principio: apenas un día después toda referencia a su llegada desapareció de la web corporativa y la prensa local especuló con que la policía no le había dejado entrar a la isla y le había deportado por problemas con sus documentos.

En realidad el Doxa no tenía intención de quedarse con él; el presidente Costas Christodoulou, nada casualmente también agente del jugador, pretendía revenderle con carácter inmediato para lucrarse enseguida. La jugada la desvelaron desde el club que estuvo a punto de convertirse en víctima del trapicheo: el Esteghlal de Teherán (Irán). “Nos enteramos de que el dirigente del club chipriota había pagado a Warda 140.000 euros y luego quiso vendérnoslo por 250.000, por lo que habría obtenido rápidamente un beneficio de 110.000″, aseguró Ali Khatir, entrenador interino de la entidad persa.

Aquí la historia se vuelve aún más confusa, porque nos plantamos en el 28 de agosto y el jugador se da cuenta de que, en términos económicos, le habría salido mucho mejor permanecer en Marruecos, pese a sus dificultades de adaptación. Así que, según se queja Khatir, mientras tenía muy avanzadas las negociaciones con el Esteghlal, en paralelo intentó anular la rescisión de su contrato con el Raja. Lo malo para él fue que los norteafricanos ya no tenían intención de recuperarle y, con tanto lío, la puerta de Irán también se le cerró, igual que la de Chipre por los conflictos legales.

Así las cosas, tras semejante caos, Amr Warda parece (subrayamos ese “parece”) haberse asentado en el Pharco, que se lo ha llevado gratis y le ha convertido en una de sus estrellas. Porque, a nivel local, el atacante está llamado a ser una de las figuras del campeonato. No en vano ha sido internacional en 30 ocasiones, llegando a participar en un Mundial y dos Copas África (en la de 2017 fueron finalistas) y compartiendo plantilla con Salah.

Es, además, uno de los jugadores del torneo con más experiencia en el extranjero. Aparte de su aventura chipriota y del desorden de las últimas semanas, puede presumir de acumular seis temporadas en Grecia y de haber hecho pruebas en clubes españoles como el Betis. Hoy jueves 21, a partir de las 14:00 horas (una más en Egipto), Warda tendrá ocasión de olvidarse de tanto lío y debutar… si es que ninguna otra oferta repentina le hace cambiar de aires esta misma mañana.