Felipe Melo, el ‘chico malo’ de Diniz, estará ante ‘su’ Boca Juniors

La final de la Libertadores se acerca, quedan tan solo dos días, y Fluminense recibió buenas noticias en el último entrenamiento. Tanto Felipe Melo como Nino se entrenaron con el resto del grupo y estarán disponibles para ser utilizados por Fernando Diniz. Melo se retiró hace unos días por molestias musculares ante Goiás pero llegará a tiempo. El veterano jugador brasileño tiene la opción de levantar su tercera Copa Libertadores, las dos anteriores las ganó de manera consecutiva en Palmeiras.

A sus 40 años, Felipe Melo sigue siendo una pieza fundamental para Fluminense. Esta temporada, su segunda en Flu, disputó 42 partidos con su club, 11 de ellos en Libertadores. La cantidad de partidos disputada por el brasileño es muy alta para un jugador tan veterano. Aportó a su club 3 goles en lo que va de año. En la final participará como central, pero como afirmó en AS tras ganar el Campeonato Caricoca, el se siente centrocampista: “Yo hablo en casa que soy centrocampista. Jugué de zaguero hoy, pero soy centrocampista y en esa posición tienes que ver todo”.

Un rival muy especial

Felipe Melo jugará la final por su tercera Libertadores ante Boca Juniors, equipo en el que no ha jugado pero por el que tiene un cariño especial. “He visto muchos jugadores que me encantaban que jugaron en Boca. Por la mítica Bombonera, por la hinchada de Boca. Toda la gente aquí de Brasil mira a Boca. Es un club que te hace enamorar”, confesó el defensor en AFP.

También explicó el deseo que tiene para cuando llegue su retirada: “Cuando me retire me gustaría ir a ver un partido en la Bombonera, pero no en un palco, sino con la gente, en la tribuna saltando, eso me da ilusión. Para mí es una de las mejores hinchadas del mundo”, afirmó Felipe Melo a la agencia.

Fama de tipo duro

Durante su larga carrera, Felipe Melo siempre tuvo la fama de ser un ‘chico malo’, tanto por su forma de jugar dentro del campo como por sus salidas de tono y declaraciones fuera de él. Tanto es así, que tiene en su casa una foto de hace varios años encarándose con Messi. Esta misma temporada se generó polémica por sus declaraciones tras el partido ante Argentinos Juniors en el que Marcelo lesionó de manera involuntaria a un rival. Felipe Melo llamó estúpido a Alejandro Roncoroni, médico del club argentino, tras sus declaraciones y habló con ironía de la jugada: “Gracias a Dios no fui yo el que lo lesionó sino, no me estarías entrevistando ahora porque me arrestarían”

Como explicó hace años en Sky Sports, el brasileño no tuvo una infancia nada sencilla, ya que creció rodeado de violencia: “Si no hubiera sido futbolista, habría sido un asesino. Vivía en una de las favelas más peligrosas y allí había drogas y armas. Dejé aquella vida para perseguir mi sueño. A veces iba al entrenamiento y a la vuelta alguno de mis amigos había muerto”.

Un trotamundos del mundo del fútbol

Finalmente pudo salir adelante y ya suma más de 20 temporadas como futbolista profesional. Durante su trayectoria recorrió cuatro países y 12 clubes. Tras jugar en Flamengo, equipo en el que debutó, Cruzeiro y Gremio, viajó a España donde jugó en el Mallorca, Racing y Almería. Sus otros dos países fueron Italia, donde jugó en equipos referencia como Juventus o Inter de Milán, y Turquía, convirtiéndose en referencia en el Galatasaray.

Tras su etapa Europea volvió a Brasil para defender los colores de Palmeiras. Con el Verdao ganó las dos finales de Copa Libertadores que jugó. Ahora en Fluminense, tratará de seguir con su racha en cuanto a victorias en finales continentales y ganar su tercera Copa Libertadores.

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