Ethan Mbappé tira la puerta

El público del Parque de los Príncipes, mayoritariamente los ultras, le dedicaron este sábado a Ethan Mbappé una sonora pitada, poniendo de manifiesto que la salida de Kylian en junio todavía no está cicatrizada. El hermano pequeño del delantero del Real Madrid ingresó al terreno de juego tras el descanso, después de una exhibición del PSG contra el Lille, 4-0 en el primer tiempo, y los abucheos que recibió del que era su público la temporada pasada no le afectaron lo más mínimo, sino más bien lo contrario.

La entrada de Ethan Mbappé fue un soplo de aire fresco para el Lille, ahogado y martirizado por un PSG que es, ahora mismo, con permiso del Liverpool, su rival el miércoles en la Champions, uno de los mejores equipos de Europa. El centrocampista, de 18 años, dejó detalles de mucha calidad, comandando cada ataque del equipo de Bruno Genésio y, además, siendo decisivo en el único gol de los norteños, firmado por Jonathan David después de un remate estridente del canterano del Paris Saint-Germain que puso en serias dificultades a Donnarumma.

Antes, de hecho, gracias a su prominente zurda, Mbappé estuvo a un palmo de rubricar su primer gol como profesional. En el minuto 60, tras recibir la enésima pitada de la noche por parte de los ultras, evocando la marcha de Kylian en verano sin renovar, un disparo desde la frontal lamió el poste derecho de la portería de Donnarumma. Dinámico, conduciendo el balón desde la derecha para ir hacia dentro, sus entrada al terreno de juego fue decisiva para equilibrar un encuentro sentenciado desde el minuto 20 por parte de los de Luis Enrique.

El de este sábado fue el décimo encuentro de la temporada para el nacido hace 18 años en Montreuil, en las afueras de París. Menguado por una rotura muscular en septiembre, Ethan Mbappé volvió a los terrenos de juego el 25 de enero, en el encuentro ante el Estrasburgo. Disputó cuatro minutos y encadenó varios partidos seguidos jugando, en los que mostró mucha madurez y convenció el entrenador del Lille, Bruno Genesio, de su utilidad, al menos como revulsivo, en uno de los equipos revelación de la presente Champions League.

El martes, el Lille busca hacer historia, con el objetivo de clasificarse por primera vez a los cuartos de final de la Champions League. En los octavos se medirá al Dortmund, irregular en el campeonato doméstico, pero actual finalista de la máxima competición continental. Aunque Ethan Mbappé no apunta a titular, porque la competencia es feroz en el centro del campo, sus minutos contra el PSG le postulan como un futbolista que puede marcar las diferencias partiendo desde el banquillo. En Francia, todos los medios coincidieron en que su prestación fue ostentosa, afligiendo con varias acciones a la defensa parisina.

A pesar de haber profesado su amor incondicional al PSG, afirmando que “era un niño del club”, el club no le envió una oferta de renovación la temporada pasada, justo después de confirmarse la salida de Kylian Mbappé. La intención de Ethan fue prolongar, pero tanto Qatar como Luis Campos paralizaron las negociaciones. Ayer, a pesar de su salida, se fundió en un abrazo con Luis Enrique, que destacó a lo largo del curso pasado sus cualidades técnicas, también con Achraf, Dembélé y varios de sus excompañeros. Ethan Mbappé empieza a fraguar su camino y el Lille, que le fichó consciente de su potencial, lo celebra.

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