Emerse Faé busca el milagro de ser campeón de la Copa de África en 18 días
Esta noche (21:00) Costa de Marfil, anfitriona del torneo, y Nigeria se disputan la final de la CAN. El seleccionador local asumió el cargo el 24 de enero, entre la fase de grupos y los octavos de final.
Salomon Kalou, exjugador del Chelsea e internacional en 97 ocasiones con la selección local, afirmó el día de la inauguración: “Llevamos mucho tiempo esperando esta Copa de África (CAN) en Costa de Marfil”. Nadie, y el país tiene casi 30 millones de habitantes, podía esperarse un torneo así de su selección. Costa de Marfil comenzó como una de las favoritas, quedó tercera de grupo tras un deshonroso 4-0 de Guinea Ecuatorial, su seleccionador dimitió... y ahora está en la final (sigue el partido en directo en AS.com).
Desde entonces, 18 días en los que el equipo es totalmente otro. Una vez supieron que se colaban en octavos como una (la última) de las mejores terceras, no les quedó otra, tras el rechazo de la Federación francesa a prestarles a Hervé Renard (aquel con el que ganaron su última CAN en 2015), que darle el puesto al asistente del anterior seleccionador. Así llegó Emerse Faé al cargo. Y desde un primer momento supo que tenía que darle una vuelta al equipo.
Lo primero que hizo fue recuperar a Seri (cero minutos hasta entonces) para darle más calidad con el balón a su centro del campo y, así, romper con el potente Sangaré-Kessié-Fofana. Primero probó sacando a Kessié, pero finalmente optó por que Sangaré fuese el sacrificado. También recurrió a Max Gradel (siete minutos hasta entonces), un extremo de 36 años pero que ya sabe lo que es ganar una CAN. En la banda derecha le acompaña Aurier, otro veterano (31) de la generación del 2015. Y le confió a Kossounou la titularidad para hacer pareja de centrales con Ndicka. También le ayudó recupera a Haller y Adingra, lesionados durante la primera fase del torneo. Central, lateral, pivote y tres atacantes nuevos para cambiarle la cara al equipo.
“Hemos pasado casi una pesadilla”, explicó Faé en la previa sobre aquella fase de grupos. “No he inventado nada, son cosas realmente básicas. No soy nadie especial. Lo más importante es que todos los jugadores se sientan importantes y en igualdad de condiciones”. Declaraciones que demuestran lo que los más cercanos destacan de él. Un carácter tranquilo pero muy metido en el fútbol. La personalidad de un exfutbolista que tuvo que retirarse con 28 años por flebitis y que, de no ser por ello, sería uno de los campeones de 2015. Porque era un habitual en las convocatorias de la generación dorada de Costa de Marfil: Drogba, Yaya Touré, Kolo Touré, Eboué, Gervinho...
En aquella fase de grupos tan horrorosa (“Lo pasamos bastante mal, pero lo que no te mata te hace más fuerte”, declaró ayer Haller) se enfrentaron a Nigeria. Perdieron, claro. Pero fue un 0-1 que llegó por un penalti un tanto dudoso. Así ha llegado hasta aquí el equipo dirigido por José Peseiro. Una solidez defensiva impecable (solo dos goles en contra en seis partidos) y una falta de acierto preocupante pero que, hasta ahora, no han tenido que lamentar.
El portugués Peseiro explicó ayer cómo está viviendo es su primera Copa de África. “Algunas personas dijeron que era especial y puedo dar fe de ello. Las emociones en África son muy particulares”, confesó. Y hoy tendrá su partido más importante ante un estadio Olímpico Alassane Ouattara de Abiyán que tendrá a más de 60.000 aficionados vestidos de naranja en las gradas. Cuenta con la duda de Zaidu, su carrilero zurdo. Un futbolista muy ofensivo que juega en el Oporto y que seguro que pone todo de su parte para estar presente en el partido más importante de su carrera.
