FRANCIA
El PSG tiene un ‘problema’
El Lens es el único equipo que puede aguantar el ritmo imparable de los parisinos. Ha sumado 33 puntos de 42 posibles en este inicio de temporada.
Hace dos años y medio, justo antes de la pandemia, el Lens decidió destituir a Philippe Montanier, actual entrenador del Toulouse, en medio de una crisis de resultados que amenazaban, indudablemente, el ascenso a la Ligue 1. Ya eran muchos los años en los que el conjunto norteño había rozado el ascenso a la primera división del fútbol francés sin éxito y el cambio en los banquillos era urgente. Antes de encontrar un nuevo técnico, Franck Haise fue nombrado entrenador interino. Su contrato era de dos partidos y después pasaría a un segundo plano para confirmar un nuevo cambio en los banquillos.
Con Haise, el Lens ganó dos encuentros y la pandemia del coronavirus obligó a parar todas las competiciones profesionales del fútbol francés. Los ‘Sang et Or’ ascendieron por decreto del gobierno y el club decidió continuar con su interino, un entrenador moderno cuya premisa principal era la posesión de balón. Aquella decisión, cuestionada en sus inicios por la falta de experiencia del de Mont-Saint-Aignan, se convirtió en una de las mejores del siglo del Lens, instalado actualmente en la segunda posición de la Ligue 1 después de haber logrado el mejor inicio de su historia en el fútbol francés.
En 14 jornadas disputadas, el Lens ha conseguido 33 puntos de 42 posibles, números de campeón que únicamente son superados por un PSG que se ha mostrado intratable en este inicio de temporada (38 de 42). En su primer año después de volver a la élite, el conjunto norteño terminó en una más que notable séptima posición. Rozó puestos europeos y únicamente un mal final le privó de volver a jugar competiciones europeas. En su segundo año, la historia fue idéntica. El Lens terminó séptimo y se quedó a las puertas de Europa. A la tercera va la vencida, o eso hace indicar después de su espectacular inicio.
El estilo de juego de Haise, irrenunciable, se caracteriza por primar el colectivo sobre lo individual. Aunque haya individualidades importantes, como Fofana en el medio, Medina en la defensa u Openda en ataque, el Lens es un equipo que busca la importancia de todos sus activos sin que haya un futbolista que se salga de la norma. Desde que perdiera ante el Lille el Derbi el pasado 9 de octubre, el equipo ha sumado pleno de victorias, una de ellas en Marsella, erigiéndose como la gran revelación del fútbol europeo.
Su dueño, Joseph Ougholrian, dueño de Amber Capital y máximo accionista de Prisa, también se ha mostrado como un ejemplo de gestión transparente. Adquirió el club en 2017 después de una crisis histórica con Mammadov, cogiendo al Lens colista y en plena crisis deportiva, económica e institucional. En apenas cinco años, Ougholrian ha convertido a la entidad en un ente sólido, que no tiene problemas económicos y cuya gestión, tanto deportiva como institucional, es un ejemplo para muchos clubes del fútbol francés.
Por poner un ejemplo de lo bien que trabaja el Lens en su secretaría técnica, este verano el club perdió a varios pilares importantes. Jonathan Clauss fue vendido al Marsella, pero su sustituto ya estaba dentro de la plantilla, pues Frankowski, que jugaba de lateral izquierdo la temporada pasada, es actualmente uno de los mejores laterales derechos de la Ligue 1 y el colombiano Machado, inadvertido durante el curso pasado, está incontenible en el flanco izquierdo. Doucouré, pivote defensivo, se marchó al Crystal Palace, pero Ougholrian y la dirección deportiva anticipó su venta con la llegada de Samed, del Clermont. Y, en ataque, el belga Openda, que lleva ya siete tantos en la Ligue 1, ha hecho olvidar en tiempo récord la dura baja de Arnaud Kalimuendo, actualmente en el Rennes.
Amber Capital ya dejó claro en sus inicios que iba muy en serio en la Ligue 1. Desembolsó 15 millones en Seko Fofana nada más ascender, también fichó a Facundo Medina o a Gaël Kakuta y le dio las riendas del proyecto a Franck Haise para que practicara un fútbol ofensivo, lejos del conservadurismo que suele reinar en un campeonato acostumbrado a entrenadores resultadistas. Con su sistema de tres centrales, dos carrileros, dos medios, dos mediapuntas y un delantero, el Lens practica juego de posición, amenaza constantemente el área rival y tiene superioridad en todas las zonas del campo. Un estilo que ha puesto, aunque sea de forma paulatina, en jaque la implacable superioridad del PSG semana tras semana.
El extraordinario rendimiento de Medina, presente en la prelista de Scaloni para el Mundial, Seko Fofana, el ‘Yaya Touré' moderno (pasó por el City, es su ídolo y tiene la misma potencia en la conducción), David Da Costa, un joven portugués que es un mago con el balón y que tiene mucho dinamismo entre líneas y Openda, que es un rayo al espacio cada vez que traza una ruptura, son varias de las características que definen a un Lens que sueña con entrar en puestos de acceso a la Champions League. El sábado, ante el Clermont, los ‘Sangre y Oro’ podrían firmar un inicio histórico con 36 puntos de 45 posibles justo antes del Mundial de Qatar.