El PSG quiere a Kvara, el Nápoles se planta
Detrás de las declaraciones del agente y del padre del georgiano hay el fuerte interés de los parisinos. Para De Laurentiis el delantero es intocable.
Las declaraciones del agente y del padre de Kvaratskhelia, que hicieron estallar repentinamente el enésimo caso de esta terrible temporada para el Nápoles, tienen una razón clara: el interés del PSG. El conjunto parisino, perdido a Mbappé, ha identificado en dos posibles objetivos para su nuevo proyecto tanto al georgiano como al Victor Osimhen, las dos estrellas del legendario Nápoles campeón de Italia en 2023. El club, sin embargo, considera muy distintas las posiciones de los dos delanteros.
En el caso del punta, De Laurentiis sí está abierto a negociar su venta. El ex del Lille tiene una cláusula de rescisión de 130 millones de euros y ha renovado en diciembre hasta 2026 con un sueldo de 10 millones netos. El deseo del jugador es marcharse a la Premier League, pero, al menos de momento, el equipo que más se ha interesado por sus servicios es el de París.
Sobre Kvara, en cambio, el Nápoles siempre tuvo las ideas muy claras. Los sureños consideran al extremo intocable y la pieza clave del nuevo proyecto de Antonio Conte. Quitarle al nuevo míster, en el mismo verano, tanto a Osimhen como al georgiano supondría un problema que los partenopei no quieren vivir. Además, el actual sueldo de ‘Kvaradona’ ronda el millón y medio neto, algo que permite negociar una mejora importante sin cargar demasiado el balance.
Ante este panorama, llegó el serio interés del PSG. Los franceses ya tuvieron contactos con los representantes del futbolista (que también recibieron llamadas desde Barcelona) y le ofrecieron un papel de protagonista, además de un gran sueldo. Las declaraciones de ayer son un claro intento de empezar un pulso con De Laurentiis que, en estos casos, nunca da su brazo a torcer y el post en X publicado en esta madrugada fue un mensaje directo y contundente: “Kvara no está en el mercado, fin de la historia”. Para el Nápoles, Kvara tiene aún tres años de contrato y no se toca. La única manera para intentar hacerle cambiar de postura es presentar una oferta absolutamente irrechazable, que ronde los 150 millones de euros. Algo que no ha llegado y difícilmente llegará.
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