El Newcastle, a buen ritmo
En un año bajo la nueva propiedad, el conjunto de St James’ Park ya pisa puesto de Champions League. Apunta alto.
La apatía se había convertido en tradición en St James’ Park. Año tras año se sucedían las mismas sensaciones. Como una condena. Solo en verano podían sonreír los aficionados del Newcastle United. Porque no había fútbol. Al final del mismo regresaba la temporada, pero en lugar de esperanza e ilusión, sensaciones que experimentan la mayoría de aficiones de la mayoría de equipos, los geordies regresaban a su estadio con resignación.
Recientemente se cumplieron los primeros doce de la nueva propiedad del Newcastle United. Tras 14 frustrantes años en las manos de Mike Ashley, y después del pago de 300 millones de libras, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí se hizo con el control del club del noreste de Inglaterra. Uno de los fondos de inversión más grandes del mundo convirtió a las urracas en uno de los clubes más ricos del mundo. En su haber, 300.000 millones más que, por ejemplo, el Manchester City. Cambiando radicalmente la cara del club, y el sentir de su afición. Pese a las cuestiones éticas y morales.
Sin locuras ni excentricidades. Sin tirar la casa por la ventana e invirtiendo inteligentemente. Destituido Steve Bruce, Eddie Howe tomó las riendas del Newcastle United. Un técnico joven, ambicioso y con ganas de probarse después de dejar el Bournemouth, el club de su vida. Bajo su batuta, y con las incorporaciones de futbolistas como Kieran Trippier, Callum Wilson o Bruno Guimaraes, las urracas han alzado el vuelo. Después de ganar el domingo al Tottenham, los geordies ya están en puestos de Champions League.
Han perdido el miedo. Sus encuentros frente a los grandes de la Premier League trazan los objetivos de futuras campañas. Remontaron para empatar frente al Manchester City en el inicio de curso, y aunque perdieron en Anfield, el empate en Old Trafford y el triunfo en casa del Tottenham les ha aupado a posiciones inalcanzables antes de la venta del club el año pasado. Un cambio radical que también han experimentado algunos integrantes de la plantilla del Newcastle United.
Miguel Almirón es el ejemplo más claro. Insistente y vertical, el esfuerzo del paraguayo raramente se vio recompensado desde que llegase procedente del Atlanta estadounidense en enero de 2019. Este curso le han bastado doce jornadas para mejorar su registro anotador en la Premier League. El ex de Cerro Porteño lleva cinco goles. Tantos valiosos y bellos. Marcó en el empate frente al City en agosto. En octubre ha perforado la meta rival hasta en cuatro ocasiones. Dos de ellas para golear al Fulham por 1-4, y otra más frente al Brentford en el 5-1 de hace dos semanas. Por segunda jornada consecutiva ha dado la victoria al Newcastle United. Vaya semanita la de Almirón. Suyo fue el único tanto el miércoles contra el Everton. Desde la frontal, de primeras. Espectacular. Su carrera en el norte de Londres el domingo, le valió para plantarse ante Hugo Lloris y superar al francés con un tiro cruzado.
Atrás queda el Almirón fallón, el jugador al que le costó aterrizar con buen pie en St James’ Park. Ha vuelto el atacante que destacó en la MLS por su velocidad y definición. Con las lesiones de Allan Saint-Maximin y Alexander Isak, el paraguayo ha dado un paso al frente y está colaborando para que el Newcastle United se acomode en la parte alta de la Premier League. Entre los grandes. Un camino que se antoja largo, pero los geordies siguen el rumbo adecuado. A buen ritmo.