El Nantes repite final

El Nantes está a cuatro puntos del descenso en la Ligue 1, pero su plantilla, competitiva como pocas, es capaz de instalar al equipo en la final de la Copa de Francia por segundo año consecutivo. Nadie entiende ese feeling de Les Canaris en el torneo más antiguo del fútbol francés, pero lo que queda claro es que el fútbol no entiende de racionalidades. Les Canaris vencieron por la mínima al Olympique de Lyon, el equipo que venía de ganar al PSG en su estadio y que lleva 11 años sin ganar un título, una quimera insoportable para Aulas. Un solitario gol de Blas fue suficiente para catapultar al Nantes por segundo año seguido al Stade France, el próximo 29 de abril, a la final de la Copa contra el vencedor del partido entre el Annecy y el Toulouse.

El respeto reinó el primer tiempo entre ambos equipos. Aunque el Nantes, el campeón de la Copa, intentó imponerse desde el comienzo al Lyon, la realidad es que ambos equipos no arriesgaron y se resguardaron bastante. La mejor ocasión llegó prácticamente nada más comenzar el encuentro, en un córner que remató Castelleto, pero un inconmensurable Lopes lo evitó.

El Lyon, que venía de ganar al PSG en su estadio, adoleció la mala toma de decisiones de sus delanteros, sobre todo de Cherki, un extraordinario talento al que le falta todavía mejorar su inteligencia de juego para ser considerado un crack del fútbol europeo. Las tímidas llegadas del Lyon contrastaban con las fulgurantes transiciones del Nantes, que encontró el 1-0 en las botas de Moutousssamy, pero al mediocentro le anularon el tanto por encontrarse en posición antirreglamentaria. Antes del descanso, Kombouaré, entrenador del Nantes, tuvo que sustituir a Deschamps, portero suplente de Les Canaris que sufrió una lesión, por Lafont, que es el titular en este equipo.

El Nantes es un equipo que en la Liga Francesa se encuentra a cuatro puntos del descenso, cuyo dueño es criticado por los aficionados, pero tiene un idilio con la Copa que le hace competir hasta el final. Tras la reanudación, el actual campeón de la competición más antigua de la historia de Francia intentó contener a su rival y lo hizo de maravilla, a tal punto que fue, paulatinamente, acercándose al área de Anthony Lopes.

El equipo de Kombouaré no tardó en adelantarse en el marcador. Fue gracias a Ludovic Blas, el jugador que compartió vestuario en el Europeo sub 19 de Alemania con Mbappé y que estuvo considerado como la mayor perla del fútbol francés durante muchos años, que, gracias a una asistencia de Centonze, batió a Lopes con una volea sutil y digna de uno de los mejores jugadores de Europa. El Nantes, que parecía abocado a la lona después de un mes de marzo para olvidar, volvía a acariciar la gloria.

Las fragorosas gradas de La Beaujoire, estadio que fue un fortín durante varias temporadas en Europa, celebraban con bengalas el pase a la última instancia de la Copa de Francia. Al Lyon le había hecho mucho daño el tanto de Blas, pero los de Blanc no se rindieron e intentaron darle la vuelta al marcador con Aouar y Caqueret, dos jugadores de la casa. No fue suficiente, ya que el Nantes, que ya es un experto copero, amarró el resultado y La Beaujoire, que ha sufrido descensos y ha sufrido lo indeseable, celebró con una invasión de campo la segunda final del Nantes consecutiva.