El Inter se estrella en los penaltis

Sorpresón en las semifinales de la Supercoppa Italia. Quien acompañará al Nápoles en la final será el Bolonia y no el Inter, por mucho que partiese como favorito. Pero la lesión de Çalhanoglu y, sobre todo, la falta de acierto en la tanda hará que la Supercoppa sea una Supercoppa clásica: campeón de liga contra campeón de copa.

Y eso que el partido comenzó estando muy de cara para el Inter. Era solo el segundo minuto del partido cuando Bastoni recuperó un mal pase de Castro, se marchó de dos en conducción y asistió a Thuram. Jugadón del central para el 0-1. Lo intentó Bonny, titular por delante de Lautaro, antes de que Bisseck cometiese penalti por mano. Lo tuvo que señalar el árbitro tras visitar al monitor. Orsolini no perdonó: 1-1.

El Inter mejoró, ya lo hizo justo antes del descanso con un tiro de Dimarco que Lucumí casi se marca en propia, a partir del segundo tiempo. El penalti que le señalaron a Thuram y que se corrigió desde el VAR fue la presala de un acoso del Inter en los minutos finales. Ya con Lautaro sobre el césped, Bastoni y De Vrij tuvieron dos remates de cabeza solos que enviaron fuera y Dimarco la cruzó demasiado en un gran disparo del carrilero zurdo. El Bolonia también tuvo la suya, con Fabbian exigiendo un paradón a Josep Martínez.

Llegados a la tanda, sin prórroga por el formato, Lautaro y Ferguson empezaron marcando. Bastoni, Moro, Barella, Miranda y Bonny, no. Menos mal que Rowe sí para llegar a la última ronda con 2-1 para el Bolonia. De Vrij se la jugaba y la puso en la escuadra. Pero Immobile, también. Suficiente para que la tanda cayese del lado del equipo de la Emilia-Romaña, que continúa viviendo unos años mágicos.

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