El héroe de la noche Sudamericana

Las noches de Sudamericana dejan en ocasiones momentos fascinantes. Protagonistas inesperados que marcan de alguna manera su nombre dentro de la competición. A la sombra de todo lo que va sucediendo en la Copa Libertadores, que monopoliza mucha de la atención que suceden en los días que se disputan ambos torneos, la Copa Sudamericana tiene toques inesperados que guardan cierta magia.

A Cristopher Varela de Deportivo Táchira le ha tocado vivir uno de esos momentos. Su vuelta de los octavos de final ante Santos no la olvidará nunca, seguramente. En lo que fue un esfuerzo del conjunto venezolano por conseguir pasar de ronda, el término del partido dejaba un empate que llevaba todo a decidiera la eliminatoria desde los once metros. Momento en el que todos pueden ser héroes o villanos de la misma forma dependiendo de cómo sea su actuación. Y el arquero de los Aurinegros no dejó pasar la oportunidad de hacer soñar a los suyos.

Siendo elegido en 2021 mejor arquero de la FUTVE, Varela se detuvo bajo los tres palos para detener toda la esperanza de Santos por estar en los cuartos de final. El primer golpe anímico lo dio atajando el primer penal de la tanda a Ricardo Goulart, iniciando el pulso a favor de Táchira. Con todo en juego y las esperanzas intactas, la espera a que alguien fallara se hizo larga. Cinco penales sin que ningún jugador errara, o sin que no hubiera otra cosa que recoger la pelota en la red para seguir colocándola en el punto fatídico. Y al séptimo disparo, cuando Barbosa quería mantener vivos a los brasileños, Cristopher Varela volvía a elegir el lado correcto para que su equipo pudiera cerrar el cruce. Marlon Fernández no dudo, y Deportivo Táchira consiguió alcanzar los cuartos de final de la Copa Sudamericana por primera vez en su historia.

Todos, sin excepción, fueron a buscar al arquero tras la última conversión. No había otro héroe en el partido. Táchira no falló ninguno de sus disparos, pero los focos estaban sobre Varela. El jovel de 22 años que no solamente mantenía viva a Venezuela en la competición, sino que también rompía con el dominio brasileño (que aún así perdura) dentro del continente sudamericano.

Normalmenter parece que la gloria se toca en las finales o cuando se levanta un título, pero los momentos previos a todo ello también dejan momentos para el recuerdo en la cabeza de muchos de los protagonistas que están en estas competiciones. Cristopher Valera consiguió tocarla con sus dos atajadas. Una con una gran estirada hacia su lado izquierdo en el primer penal. Otra eligiendo el lado derecho para hacer lo mismo en el que ponía todo de cara para su equipo. Es normal que sus compañeros le buscaran para festejar. La noche del 6 de julio fue totalmente suya.

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