El gol no tiene edad
Paolo Guerrero (39) y Germán Cano (35) fueron los grandes protagonistas en Copa Sudamericana y Copa Libertadores gracias a dobletes decisivos.
La tarde y noche del miércoles dejó dos claros protagonistas. Dos delanteros de época que dan sus últimos pasos en el más alto nivel pero que mantienen la ambición para sostenerse en la élite y resultar decisivos en sus clubes. Así ocurrió con Paolo Guerrero primero y luego con Germán Cano en Copa Sudamericana y Copa Libertadores respectivamente. Cuatro goles entre ambos y 74 años también entre los dos ‘nueves’.
El caso de Germán Cano no sorprende. Su regularidad desde que llegó a Fluminense será recordado durante muchos años en la entidad carioca. Un goleador de época que tiene el arco entre ceja y ceja y que ha conseguido cifras llamativas a nivel mundial con la camiseta tricolor. En un partido tan importante como el de anoche, en Maracaná ante Inter por la semifinales de Libertadores no se iba a permitir el lujo de no aparecer.
Tardó muy poco en aparecer el argentino con un remate que le sacó Rochet. Sin embargo, en el segundo intento no perdonó y definió de primeras para abrir el marcador. Dejó un trabajo infatigable sin balón para ayudar al equipo, apareció lejos del arco y siempre encontró el momento oportuno para situarse en el lugar de remate en el momento indicado. Sin embargo, su momento cumbre llegó cuando Fluminense perdía por 1-2, en inferioridad numérica y se sacó un remate de genio para volver a batir al arquero charrúa. Con ese empate su club podrá viajar a Porto Alegre con buenas opciones de clasificar a la soñada final, todo gracias a su eficacia.
Paolo Guerrero sí dejó una actuación que ni los más optimistas esperaban. Es cierto que en Liga de Quito desde el primer momento dejó mejores sensaciones que en Avaí o Racing pero hasta ayer solo había conseguido un gol, también decisivo para ganar 0-1 en cancha de Ñublense. En la capital ecuatoriana el Depredador dejó casi KO a Defensa y Justicia con un formidable doblete al que luego se sumó Piovi y así dejar el 3-0 final.
En el primer gol el delantero peruano dejó un formidable testarazo cruzado a la salida de un córner y en el segundo un genial disparo raso tras una nueva asistencia de Quiñónez. En ambos casos, al igual que Cano, definió al primer toque. Tienen el gol en la sangre y necesitan muy poco para convertir. Ahora les queda el último paso, mucho más sencillo en el caso de Guerrero, para disputar la final y buscar un título que sería un enorme broche a sus carreras.