El dominio de Brasil no tiene fin
Una incansable Marta Vieira lleva a la Canarinha a levantar otra Copa América. Con este triunfo, ya son nueve títulos en diez ediciones.
Brasil continúa demostrando su control total sobre el fútbol sudamericano. La Canarinha, con Marta Vieira a la cabeza, se coronó campeona de la Copa América 2025 tras vencer a Colombia en la final por 4-4 (5-4) en una dramática tanda de penaltis. Con este título, ya son nueve de las diez ediciones celebradas del torneo en las que se ha postulado como vencedora.
Con este nuevo trofeo en su palmarés, el combinado verdeamarelho acumula un total de 12 copas continentales, sumando las Copas América y los Juegos Panaméricanos. Quedando subcampeona únicamente en dos de las catorce ediciones en las que ha participado englobando ambas competiciones (Copa América 2006 y Juegos Panamericanos 2011).
Colombia, un eterno “casi”
Las Cafeteras se han consolidado como la principal competencia de la selección brasileña en el fútbol femenino sudamericano. Con esta nueva final perdida, ya son cinco las ocasiones en las que Colombia ha estado a las puertas del título continental. Sin embargo, en todas esas oportunidades, el sueño de consagrarse campeonas ha sido frustrado por la Canarinha, que sigue imponiéndose como la gran dominadora de la región.
Con el desarrollo de las nuevas estrellas colombianas, lideradas por Linda Caicedo y Mayra Ramírez, este enfrentamiento se ha convertido en un verdadero “clásico” en las finales más recientes del torneo, habiéndose visto en cuatro de las últimas cinco ediciones, aunque la suerte aún no ha favorecido al conjunto colombiano.
Control con cuentas pendientes
Aunque dentro de América Brasil ejerce una rotunda dominancia, la selección femenina aún no ha logrado consolidarse como una de las favoritas en el ámbito internacional. En los torneos más exigentes, como la Copa Mundial Femenina, no han alcanzado los resultados esperados. Siendo su mejor posición en 2007, cuando obtuvieron el subcampeonato, y quedando desde entonces por debajo de las expectativas generadas.
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Los malos resultados también se extienden a los Juegos Olímpicos, donde, a pesar de haber alcanzado tres finales (2004, 2008 y 2021), nunca han logrado subir a lo más alto del podio. Las medallas de plata han sido su mayor recompensa, pero en otras ediciones ni siquiera han superado las fases eliminatorias. Esta falta de contundencia en las grandes citas globales contrasta con el aplastante dominio que ejercen en Sudamérica, donde prácticamente no tienen rival. La brecha entre su hegemonía regional y su desempeño internacional sigue siendo una asignatura pendiente.
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